Alejandro Vásquez: el violinista que llevó la música clásica a los rincones de Colombia

La música, un lenguaje universal, ha demostrado ser un poderoso impulsor de cambio social. Más allá de ser una forma de entretenimiento, tiene la capacidad de unir a las comunidades, inspirar movimientos sociales y transformar vidas individuales; de eso es testigo el violinista Alejandro Mejía.

Con más de 20 años trabajando en la música, este productor y gestor cultural ha aprovechado esta herramienta para ayudar e inspirar a muchos niños, niñas y jóvenes del país, especialmente los que están en territorios de bajo acceso a bienes culturales y afectados por la discriminación y violencia.

La música llegó a los rincones más olvidados de Colombia

Alejandro Mejía es también director de orquesta y se describe como “un apasionado por compartir el arte como herramienta de transformación social”. A lo largo de su trayectoria ha descubierto que varias puertas que parecían cerradas, no lo están.

Fundó la organización social y cultural ‘Pasión & Corazón’(@pasionycorazonorg), la cual tiene un enfoque educativo y pluriétnico, que busca “la restauración de derechos y la construcción de comunidades socialmente sensibles en el Valle de Aburrá, Antioquia y la Guajira”, según expresó.

Con esta corporación, Mejía resalta que han incidido en más de 4 mil niños, niñas y jóvenes en todo el país. “Anualmente, más de 250 chicos participan en los programas musicales, con un 54.4 % de población proveniente de áreas rurales y un 94.6 % de los estratos económicos 1, 2 y 3″.

Gracias al talento de cada integrante, han logrado hacer ‘sold out’ en teatros de Medellín y Bogotá.

“Hemos realizado 8 giras internacionales. Durante el 2022,2023 y 2024 hemos llegado hasta 40 mil espectadores en las diferentes plataformas y conciertos en vivo de nuestros proyectos culturales. Para nuestros niños, la música no solo es arte, es una herramienta para imaginar un futuro distinto y construir una vida mejor”, resalta.

Sus filarmónicas pluriétnicas

El trabajo de ‘Pasión & Corazón’ ha conseguido la fusión entre lo sinfónico y las raíces tradicionales de diferentes comunidades, constantemente olvidadas. Algo que Mejía como fundador ve como “una manera de celebrar quiénes somos como país y como colombianos”.

Sus proyectos son:

• Filarmónica Embêrá Chamí: es la primera filarmónica de indígenas en el país, según resalta Mejía. Nació en el año 2019 en el municipio de Valparaíso, Antioquia, en el Resguardo Indígena Marcelino Tascón de la comunidad Embera Chamí, ha contado con la participación de más de 60 niños.
• Filarmónica Negra: en el corregimiento de Uveros del municipio de San Juan de Urabá, Antioquia, nace la Escuela de Música Uveros en el año 2016. En esta, la fundación adopta el proceso musical que se viene adelantando, respondiendo al contexto cultural afrocolombiano, fomentando la música desde ritmos como el bullerengue y el vallenato.
• Filarmónica Wayúu Wepiapaa: esta representa la diversidad de Colombia, nace en el año 2022 y busca fortalecer, por medio de instrumentos sinfónicos y tradicionales, su música ancestral, con la participación activa de niñas, niños, jóvenes y mujeres.

Además, cuenta con la Filarmónica Metropolitana, la cual nació en la Comuna 4, Aranjuez, en la ciudad de Medellín; y desde 2020 se lleva a cabo el Festival Musical de Antioquia, el cual tiene como objetivo convocar agrupaciones reconocidas por su alta calidad artística y humana, para ofrecer una temporada itinerante de conciertos de múltiples géneros y formatos musicales a diferentes municipios y comunidades del departamento.