Narrar para Vivir conmemora 24 años transformando memorias en los Montes de María

Cartagena

La Corporación Narrar para Vivir conmemoró sus 24 años de historia en una asamblea general en Sincelejo, acompañada por la Unidad para las Víctimas y otras instituciones. Este evento reunió a lideresas de los Montes de María, reconociendo el papel de las mujeres víctimas del conflicto armado en la reconstrucción del tejido social y la búsqueda de justicia, verdad y reparación.

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“Hoy realizamos este acto de dignificación simbólico en este lugar para resaltar que Narrar para Vivir está y seguirá presente en el territorio, trabajando por las comunidades en el restablecimiento de sus derechos fundamentales”, dijo Mayerlys Angarita, coordinadora ejecutiva de la corporación.

Fundada en el año 2000, Narrar para Vivir ha empoderado a más de 1.179 mujeres rurales y campesinas, trabajando por la exigibilidad de derechos, acceso a la tierra y memoria histórica. Durante la asamblea, se llevó a cabo el ‘Panel Histórico: El Camino de la Reparación Colectiva’, que reflexionó sobre los logros alcanzados y los desafíos por enfrentar.

“Para nosotros, como dolientes del Gobierno nacional en el proceso de reparación colectiva que han transitado las mujeres miembros de la corporación, es satisfactorio poder acompañar este acto de cierre, no sin antes hacer el reconocimiento de lo que representan sus liderazgos para el territorio en los Montes de María”, expresó Luisa Horta, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Sucre.

Ómar Fernández, subdirector general de la Unidad para las Víctimas, señaló: “Narrar para Vivir no es solo un reflejo de la memoria colectiva de los Montes de María, sino un testimonio vivo de la valentía y resiliencia de sus mujeres. Durante más de dos décadas, han sido un ejemplo de cómo la verdad y la reparación pueden sanar las heridas más profundas de nuestra sociedad”.

El acto concluyó con la firma simbólica de la resolución de cierre del Plan Integral de Reparación Colectiva, reforzando el compromiso con la justicia y la paz en la región.

El evento contó con el apoyo de la Fundación Panamericana para el Desarrollo y la participación de entidades como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Defensoría del Pueblo, Unidad de Restitución de Tierras, Movimiento por la Paz y organizaciones defensoras de derechos humanos, entre otras.