Por desgracia, mucha cebolla se está perdiendo ante malos pagos: vocero de agricultores
Juan Gil, vocero de los agricultores de cebolla de Boyacá, habló sobre cuáles son las afectaciones que están dejando las importaciones para los cebolleros del país
Por desgracia, mucha cebolla se está perdiendo por malos pagos: vocero de agricultores
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Vía X
En una reciente entrevista con Caracol Radio, Juan Gil, vocero de los agricultores de cebolla de Boyacá, expreso su profunda preocupación por la situación crítica que enfrentan los productores de cebolla en Colombia.
Según Gil, la cebolla importada de Ecuador y Perú está ingresando al país a precios extremadamente bajos, lo que está afectando gravemente el mercado local y poniendo en riesgo la sostenibilidad de la producción nacional.
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Precios insostenibles para los agricultores
“En este momento, en Ecuador y Perú, llega cebolla a cincuenta mil pesos a Colombia”, explicó Gil. “Eso nos tiene afectados directamente el mercado, porque a cincuenta mil pesos se trabaja de una vez por noventa mil pesos por debajo de costos de producción, hablándolo en los cien kilos”. Esta diferencia de precios está causando que muchos agricultores colombianos no puedan competir, llevando pérdidas significativas y a una situación económica insostenible para muchos.
Costos de producción y venta
Gil detalló los costos asociados con la producción y venta de cebolla en Colombia, destacando que los agricultores están recibiendo precios muy bajos que no cubren ni siquiera los gastos básicos. “En Corabastos hay cebolla de veinte mil pesos, de muy buena calidad, y pues no dan ni los gastos de la sacada”, afirmó. “El colaborador cobra dieciocho mil pesos por sacar el bulto de cebolla, limpiarla, espalarla, que es quitarle la raíz y la rama, y entregarla pesada y cocida”.
Además, mencionó que el costo de los dos costales es de tres mil pesos, y el transporte a Bogotá añade otro gasto considerable. “Para que hagan sus cuentas, nos sale mejor dejarla acá en lotes y que la gente que se la quiera llevar la lleve, que irla a llevar a Bogotá mismo”, añadió Gil, subrayando la gravedad de la situación.
Autosuficiencia y regulación
A pesar de los desafíos, Gil aseguró que los agricultores colombianos tienen la capacidad de satisfacer la demanda nacional de cebolla. “La pandemia demostró que los agricultores son autosuficientes acá en Colombia y pueden brindar una seguridad alimenticia”, dijo.
Sin embargo, hizo un llamado al Gobierno para que regule las importaciones y los precios para asegurar la viabilidad económica de la producción local. “Sí, pedimos al Gobierno que también, regule a los comerciantes de cebolla”, enfatizó Gil, destacando la necesidad de medidas urgentes para proteger el sector agrícola del país.
Impacto en el mercado local
La entrada de cebolla importada a precios bajos no solo afecta a los agricultores, sino también al mercado local en general. Gil mencionó que en muchos almacenes, la libra de cebolla se vende a tres mil pesos, mientras que a los productores locales se les paga mucho menos. “Imagínese, son cien libras, un bulto y cebolla, tres mil pesos todavía en almacenes. Y a nosotros treinta mil pesos el bulto”, comentó, ilustrando la disparidad en los precios y la dificultad para los agricultores de competir en estas condiciones.
La situación actual plantea un desafío significativo para los agricultores colombianos, quienes necesitan apoyo gubernamental para competir con las importaciones baratas y mantener la producción local.
Esta situación no solo afecta a los agricultores, sino también a los consumidores y a la economía en general. La regulación adecuada y el apoyo a los productores locales son esenciales para mantener un mercado justo y sostenible.