Le quemaron la moto porque entró a una “zona prohibida” de Lebrija
Supuestos integrantes de las Autodefensas Gaitanistas amenazaron a un par de hombre que iban hacia una vereda en busca de un trabajo.
Bucaramanga
Las Autodefensas Gaitanistas estarían ya en la periferia de Bucaramanga. Una evidencia fue lo sucedido con Ricardo Martínez, un transportador informal que le hizo un servicio a uno de sus amigos del barrio El Porvenir de Bucaramanga. Esa persona había conseguido un trabajo a través de la plataforma Market Placet por lo que debía presentarse en una finca de Lebrija.
Ricardo Martínez, el afectado contó a Caracol Radio que durante el trayecto iban hablando con el supuesto empleador que les daba indicaciones sobre cómo llegar al sitio donde iba a trabajar. “En algún momento se perdió la señal y cuando volvieron a comunicarse habló un hombre que dijo pertenecer a las Autodefensas Gaitanistas”, expresó.
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De acuerdo con Ricardo, ese sujeto le dijo que debían guardar la calma y que no podían moverse del sitio, aseguró. “Nos pidieron plata como multa por entrar a una zona que según él era prohibida”, narró. Luego, apareció un vigilante particular que sacó un arma de fuego. El transportador informal y su amigo le contaron que ya estaban hablando por celular con el comandante de la zona. El sujeto que estaba dando las orientaciones por el teléfono pidió que le pasaran al supuesto encargado de la seguridad y lo conminó a irse del lugar.
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Cuando Ricardo y su amigo quedaron solos, el supuesto comandante les dio la orden de quemar la motocicleta y hacer un video donde se mostrara esa acción; de lo contrario, advirtió les enviaría sicarios. A la par, la esposa del hombre que iba por el trabajo recibió llamadas extorsivas. El chantaje de tipo económico se repitió con la propietaria del vehículo que a la postre fue incinerado como lo ordenaban los sujetos desde la clandestinidad.
Loos hechos ocurrieron en una trocha que se inicia cerca del conjunto residencial Prados de Cataluña en zona rural de Lebrija, el sábado 21 de septiembre entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde. Una vez regresaron a Bucaramanga, los afectados interpusieron la denuncia ante el Gaula donde además confirmaron que no es la primnera vez que suceden este tipo de hechos con perssonas que van hacia sectores rurales de esa población atendiendo convocatorias de empleo que se hacen a través de redes sociales.
