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Bandada de loros orejiamarillos fueron avistados en el Valle de Cocora en Salento, Quindío

El fotógrafo Felipe Quintero Trujillo aprovechando la feria Salento Bird Fair en el Birdglamping Aviturismo Los Arboles en el Valle de Cocora en Salento, Quindío.

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La historia animal está en el Quindío, porque están regresando los loros orejiamarillos al Valle de Cocora en el municipio de Salento que es la cuna del árbol nacional, la palma de cera que es la casa de estos loros avistados por fotógrafos.

Y es que el avistamiento de aves es una tendencia que ha tomado fuerza en el departamento del Quindío donde cada día llegan más extranjeros para realizar esta práctica y fotografías las especies que hay en la región, y por supuesto para los fotógrafos locales e una oportunidad de captar en sus imágenes especies que ha estado en peligro como es el caso del loro orejiamarillo.

Felipe Quintero Trujillo hizo unas publicaciones en redes sociales especialmente en Facebook el fin de semana en el marco de feria Salento Bird Fair tuve la fortuna de visitar Birdglamping Aviturismo Los Arboles en el Valle de Cocora donde resaltó la presencia del loro orejiamarillo en una zona del Valle de Cocora una especie que ha estado con muchas dificultades y en peligro de extinción y demás con su pérdida de hábitat natural que es precisamente la palma de cera.

Hermoso loro orejiamarillo en el Valle de Cocora en Salento, Quindío. Foto: Cortesía Felipe Quintero Trujillo

Y narró “El Quindío es un paraíso para fotografiar y avistar aves, Salento y todo su valle de Cocora también por la diferencia de pisos térmicos, en esta feria de aves, se organizaron varias salidas a varias rutas, y en una de esas avistamos una bandada de loros orejiaamarillos que llegaron a visitar La Reserva Natural El Virrey.

Bandada de loros orejiamarillos

Pudimos fotografiar y ver esta bandada sana con individuos de diferentes edades, jóvenes, adultos, volando por la reserva, alimentándose de unos árboles de guayaba de altura que hay allí y pues yo como fotógrafo que llevo 12 años instalado en Salento fotografiando de todo, imagínate yo nunca había visto un loro orejiamarillo, había visto en fotos, en libros y los demás fotógrafos y observadores de aves pues sentimos eso como un regalo y tenemos muy buen registro de esa bandada de loros orejiamarillos.

¿Qué sigue?

Ahora hay que empezar con los especialistas y con las organizaciones que se dedican a la conservación de aves, pues a mirar de dónde vienen, porque están llegando, cómo podemos hacer que se queden y eso nos da un contexto muy especial de cómo se debe manejar en si el Valle de Cocora.

¿Cuántos loros alcanzaron a avistar?

Calculamos esa banda por ahí de 30 a 35 individuos sí, más o menos todos ahí, mejor dicho era una hermosura, porque ellos se posaron sobre unos árboles de guayaba y se escuchaba como marcaban todos, además es muy bonito fotografiar su comportamiento biológico que es apareándose, cortejando en este caso alimentándose sí y bueno, pues estamos súper contentos porque ese loro estuvo en estado crítico de extinción hasta hace muy pocos años, o sea, estuvo casi totalmente desaparecido por la pérdida de su hábitat.

El loro orejiamarillo, está directamente relacionado con la palma de cera y con los bosques de niebla, entonces claro, como Cocora empezó a sufrir un alto a nivel de utilización de los terrenos para ganadería, monocultivos de aguacate ahora con el turismo, que, pues yo puedo decir que el parque de atracciones que un parque natural, pues claro, el loro se fue, entonces que vuelva significa que los que están manejando el Valle de Cocora con reservas naturales ese es el camino de conservación.

Bandada de loros orejiamarillos en el Valle de Cocora en Salento, Quindío. Foto: Cortesía Felipe Quintero Trujillo

Hay que tener el territorio con planes de conservación, las fincas y los predios apostándole a reservas naturales, no a cultivos, ni monocultivos ni a ganadería intensiva ni mucho menos, pues a parqueaderos y parques de atracciones porque yo creo que el Quindío tiene otras zonas para eso ese lugar es casi un lugar sagrado y este avistamiento nos dé una luz para organizar mejor el territorio y que podamos tener palma de cera, bosques de niebla, sanos y especies como estas para las próximas generaciones-

¿Cuántas fotografías alcanzó a tomar?

Felipe expresó “en ese momento le cuento que configura la cámara en ráfaga y uno hace cientos de fotos, pero yo diría que me salieron por ahí unas 50 fotografías interesantes de los jovencitos, por ejemplo hay una fotografía de un lorito de amarillo jovencito como niño y los rasgos que tiene la mirada es muy bonito y mayores adultos volando en bandadas y bueno y mis compañeros los que también participaron pues los otros fotógrafos de otras zonas, vino gente de Manizales de Pereira de Cali, la verdad es que el cuento que el avistamiento de especies y fotografiarlas con las cámaras pues es una actividad muy bonita se generan relaciones intercambios, contactos.

Loro Orejiamarillo es avistado en medio del Global Big Day

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