Un labrador color chocolate es la mascota más vieja y famosa del Centro de Santa Marta
Boi, el perro de 100 años de vida, se roba las miradas de turistas nacionales e internacionales que se pasean por este importante sector de Santa Marta.
Santa Marta
Boi da dos pasos y descansa, su dueño le sigue su lento andar en una especie de ceremonia diaria que todos en el Centro Histórico de Santa Marta presencian. Y es que ellos mismos son testigos que desde hace 14 años, cuando Boi era una pelota peluda, pasaba al lado de Jorge Bateman cruzando las calles que anteceden la carrera primera que desemboca en la Bahía de Santa Marta.
En ese entonces, Boi empezaba aprender a nadar y a bucear al lado de su amo en una rutina diaria de ejercicio y actividad deportiva. Los años fueron pasando y amo y mascota se compenetraban cada día más hasta convertirse en parte de la familia y de las historias que nacen en medio de los callejones blanco y amarillo del Centro Histórico.
Jorge relata:
“Cuando Boi nació sus propietarios buscaban una persona que se encargara de su cuidado y de esta manera llegó a mi vida a través de mi hermano Eduardo, no solo ha estado conmigo durante estos 14 años de nuestra relación, sino que lo he integrado a todas las actividades mías. Fue así como aprendió a nadar en la bahía y nos acompañó a todas las labores sociales que realizamos durante este tiempo en varios sectores del Centro de la ciudad”.
Aceptar la vejez
Si hay algo que le ha costado aceptar a Jorge Bateman es la vejez de su mascota. Dice que para este tipo de situaciones hay una negación de aceptar los tiempos de vida que tanto a los seres humanos como a los animales les llega su ciclo los cuales se cumplen irremediablemente.
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“Yo tengo una lucha permanente con mi veterinaria porque le llamó casi que a diario para reportarle los cambios y síntomas que Boi presenta cada día, no quiere caminar, su corazón le ha crecido, las ganas de comer se le van, no respira bien; entonces ella me dice que no olvide la edad de Boi y que todo lo que está viviendo es propio del deterioro de los años, pero sinceramente esto cuesta verlo apagarse lentamente cada día después de haberlo visto tan vigoroso y activo durante tanto tiempo”.
Jorge va a cumplir 66 años, los últimos 14 los ha vivido en medio de esta maravillosa relación. Diariamente levanta a Boi -que permanece echado-, pero le insiste hasta levantarlo, luego de ponerlo en pie empieza la caminata por la manzana del Centro Histórico que tiene varias paradas, porque Boi da dos pasos y se detiene porque se agita. Pero, Jorge que viene detrás de él, le espera pacientemente a que se recupere y le pide otro paso más. Boi se tambalea y recuesta su viejo cuerpo a los muros tratando de recobrar el equilibrio. Su andar es más que lento, es una especie de procesión diaria que ante los ojos de todos se cumple con varias estaciones; pero no es otra cosa que la permanencia de la vida cuando la misma ya quiere partir de este mundo.
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La ciudad de Santa Marta maneja cifras alarmantes de violencia contra los animales, al tiempo de una población de calle abandonados que diariamente son envenenados, atropellados por vehículos o agredidos violentamente por personas causándoles heridas graves y hasta la muerte.
Amistad de amor
Esta historia de amor y amistad entre Boy y su amo, resalta el respeto hacia la vida animal, pero también la hermosa relación que puede nacer con estas mascotas hasta convertirlas en parte de la familia. Boi va a cumplir casi cien años, su vejez se le nota, su cansancio les ha ganado a todas sus fuerzas, pero aun así, haciendo un esfuerzo mueve sus patas lentamente para obedecer a quien durante todos estos años le ha cuidado, alimentado, entrenado y amado. Un día de estos se quedará dormido para siempre, pero deja una historia que debe servir de inspiración para quienes no han vivido la extraordinaria experiencia del amor de perro.
El Dane en la más reciente encuesta multipropósito revela que el 67% de los hogares en Colombia conviven con al menos un animal de compañía, lo que se traduce en 4,4millones de familia que se acompañan de ellas, Boi hace parte de esta historia de vida.