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¿Qué efecto tiene un proceso constituyente en medio de los retos del país?

Panelistas consideran que no es necesario una asamblea constituyente para hacer los cambios que quiere el Gobierno. Otros plantean cambios acotados a la Constitución.

Gustavo Petro, presidente de Colombia. Foto: Getty Images. / Long Visual Press

Esta semana arrancamos nuevamente con la discusión de la constituyente, el rechazo generalizado expresado a través de varias cartas y las intenciones del Gobierno en medio de un momento en el que nos preguntamos cómo se construye país y si este discurso de un proceso constituyente, de acuerdo nacional y de Asamblea Nacional Constituyente nos lleva realmente a la construcción de país y a atender los problemas verdaderamente importantes para los ciudadanos.

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Lo que dicen los panelistas

Rodrigo Uprimny, abogado constitucionalista, profesor en la Universidad Nacional, investigador en DeJusticia y columnista en El Espectador, señaló estar de acuerdo con la idea del acuerdo nacional y con las ideas de reforma, “pero estoy en desacuerdo con la idea de constituyente, aunque en un futuro puede haber constituyente sobre temas precisos”. Destacó que la propuesta del Presidente nace de su desaliento por el probable hundimiento en ese momento de la Reforma a la Salud, pero es claro en advertir que ninguna de esas reformas sociales requiere de reforma constitucional, “la reforma agraria no necesita reformas legales, está la Ley 160 y marco constitucional, lo que se necesita es actuación para que sea afectiva”, además, manifestó que de los nueve puntos del Presidente sobre el contenido de la constituyente, la inmensa mayoría no necesita ni una reforma constitucional.

Comentó que no hay que satanizar una eventual asamblea constituyente, “pero una asamblea con un temario creciente no le ayuda al país, crispa más los ánimos y hace más difícil lograr un acuerdo nacional acotado”. Sobre casos como el de Chile, dijo que ese país sí necesitaba una constituyente, pero que fracasó y rechazó tres constituciones, “lo que vivimos acá antes de la Constitución de 1991 no es fácil de repetir, el salto a una Asamblea Nacional Constituyente a la cual se le cuelgan cosas es complicado”.

Para Cristina Carrizosa, abogada, consultora y columnista en El Espectador, sentarnos a conversar es bueno cuando hay confianza, pero afirmó que es un momento de profunda desconfianza con el Gobierno, “en los territorios a la gente le gusta lo que el Presidente dice, pero no se ve nada aterrizado”. Resaltó que este tema de la constituyente es un camino que encuentra el Presidente como resultado de frustración, “es la necesidad de montar un sello sobre el legado que deje su Gobierno, como lo hizo Uribe con seguridad democrática o Santos con la paz”.

En cuanto a la relación con el Acuerdo de paz, dijo realmente ese acuerdo es un desarrollo de la Constitución de 1991, “es la constitución en los territorios donde se complicó el conflicto, donde se reactivó hoy”.

Para Juan Camilo Restrepo, exministro, excongresista, exjefe del equipo negociador con el ELN y exembajador, este tema constitucional es un verdadero trabalenguas, sobre todo, con los mensajes del Presidente, “el ministro Cristo dice que se intentará un gran acuerdo nacional y que después se procederá a convocar una constituyente por los canales previstos”. Manifestó que no están precisados los mínimos del acuerdo nacional, “entonces corremos el riesgo que en los próximos dos años se dé es una botadera de corriente”. El exministro manifestó que el país pide acciones, gestión del gobierno, hechos y que al Gobierno le falta explicarles a los colombianos con más precisión por qué se necesita una asamblea constituyente.

También dijo que, así como el país tiene problemas agudos, ninguno de ellos se debe o pasa por el cambio de la Constitución, “pero sí hay una apremiante necesidad de mejorar la gestión gubernamental y más empuje”. Por último, dijo que le dio mala espina que el primero que apoyara la idea de constituyente, sea el ELN, “ellos y las disidencias Farc apoyaron esa idea. La Constitución contempla un marco económico donde está lo público y lo privado”.

Martha Alfonso, representante a la Cámara por la Alianza Verde, dijo que no es claro desde el Gobierno para qué se quiere una constituyente y qué es lo que se llama una constituyente, “el Presidente ha hablado de poder constituyente y un constituyente primario que tenga protagonismo”, sin embargo, manifestó que no es tan claro el para qué, “la línea es la que plantea el nuevo ministro Cristo. Acá debe haber un acuerdo nacional que permita definir qué es lo que tenemos reformar y cómo hacerlo”.

Resaltó que la Constitución de 1991 tiene cosas maravillosas, pero asegura que también hay desequilibrios muy fuertes, “se desarrolló el componente de liberalización económica, pero no tanto el componente de derechos”. La congresista dijo que es necesario un acuerdo nacional para avanzar en las reformas, en la implementación de acuerdo o para avanzar en un proceso constituyente.