Colombia está entre los últimos lugares del ranking de motorización de América Latina
Aconauto advierte sobre la caída en las ventas de vehículos y el envejecimiento del parque automotor debido a la situación económica y política del país.
Con un índice de motorización de apenas 3.6 vehículos por cada 1000 habitantes, Colombia se sitúa como el penúltimo país de América Latina en este aspecto, solo superada por Venezuela, según el último informe de la Asociación Latinoamericana de Distribuidores de Automotores (Aladda).
Pedro Quijano Nel, presidente del gremio del automóvil de Colombia, Aconauto, le dijo a Caracol Radio que en los últimos dos años, las ventas de vehículos han oscilado entre 170,000 y 180,000 unidades anuales, una cifra que representa una caída significativa en comparación con años anteriores. Esta disminución en la venta de vehículos está estrechamente ligada a la ralentización de la economía colombiana.
Quijano Nel señaló varios factores que han contribuido a este descenso. Entre ellos se encuentran la inestabilidad política, el alza del dólar, el aumento de las tasas de interés en el pasado (aunque estas han comenzado a bajar recientemente), y la incertidumbre generada por mensajes contradictorios provenientes del gobierno. Todo esto ha llevado a que muchos consumidores pospongan la decisión de adquirir un nuevo vehículo.
Actualmente, el parque automotor de Colombia suma aproximadamente 7 millones de vehículos, incluyendo automóviles, bolquetas, camionetas y tractomulas. De estos, 2.2 millones tienen más de 20 años de uso, lo que representa un envejecimiento significativo del parque vehicular. Este envejecimiento tiene serias implicaciones para la movilidad y el medio ambiente, ya que los vehículos más antiguos no cuentan con la tecnología moderna necesaria para ser más amigables con el entorno.
En los últimos 20 años, las ventas acumuladas de la industria automotriz en Colombia suman 4.8 millones de unidades. La correlación entre el desempeño de la economía y las ventas de vehículos es evidente, con curvas casi paralelas entre el PIB y las cifras de ventas del sector automotor. En momentos de crecimiento económico, la industria automotriz también prospera; sin embargo, en la situación actual, ambas áreas muestran signos de debilidad.
A pesar de este panorama desalentador, Quijano Nel expresa un moderado optimismo. Reconoce que el negocio de vehículos es cíclico, con años buenos y malos, y confía en que el gobierno aún tiene oportunidades para corregir el rumbo. Mensajes claros y políticas que fomenten la reactivación económica y la confianza del consumidor podrían ser claves para un eventual repunte del sector automotor.