Los múltiples delitos de ‘Simón Trinidad’: De secuestros a altos cargos en las FARC
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha concedido amnistía a ‘Simón Trinidad’ por el delito de rebelión, La decisión se enmarca en el proceso de justicia transicional tras el Acuerdo Final de Paz en Colombia.
Colombia
Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, alias ‘Simón Trinidad’, ha sido una figura prominente y controvertida dentro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Capturado en Quito, Ecuador, en 2004, y extraditado a Estados Unidos, donde cumple una condena de 60 años por el secuestro de tres ciudadanos estadounidenses, Trinidad ha mantenido una trayectoria marcada por numerosos delitos y altos puestos dentro de la organización guerrillera.
Historial criminal:
Desde sus primeros pasos en el grupo marxista-leninista ‘Los Independientes’ en 1981, hasta su incorporación en las FARC en 1987, Trinidad ascendió rápidamente en la jerarquía guerrillera. En 1990, se integró al frente 41 de las FARC, y para 1991 ya comandaba una cuadrilla del frente Cacique Upar. Durante su carrera, participó en graves crímenes, como el secuestro y asesinato del teniente de navío Álvaro Fernando Morris Piedrahíta en 1992, ordenado junto a Abelardo Caicedo Colorado (alias ‘Solís Almeida’).
Trinidad fue designado comandante del frente 19 ‘José Prudencio Padilla’ en 1994, operando en la Sierra Nevada de Santa Marta, y en 1995 ascendió a sexto al mando del Bloque Caribe, encargado de proselitismo y propaganda. Para 1996, se consolidó como tercero al mando del Estado Mayor del Bloque Caribe, y en 1997 asumió el liderazgo del frente 41 y la comisión Susana Téllez. En julio de 2000, como vocero en San Vicente del Caguán, anunció ataques a aeronaves de fumigación en el sur del país y, en octubre del mismo año, continuó con amenazas armadas en Putumayo y declaraciones sobre la delicada salud del secuestrado teniente coronel Álvaro León Acosta.
Entre los actos más notorios que se le atribuyen se encuentra su vinculación con el secuestro de la exministra Consuelo Araújo Noguera. La Fiscalía General de la Nación también lo señala como participante en otros secuestros y actos terroristas que consolidaron su reputación como uno de los líderes más temidos de las FARC.
Decisión de la JEP:
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha concedido a Trinidad la amnistía por el delito de rebelión, argumentando que las acciones cometidas por él antes de la firma del Acuerdo Final de Paz son amnistiables. Esta medida implica que Trinidad deberá cumplir con un régimen de condicionalidad y contribuir con la verdad y la reparación a las víctimas del conflicto.
Además, la JEP ha instruido a la Oficina de Atención a Víctimas y a la Unidad de Investigación y Acusación para localizar y apoyar a las víctimas de los eventos ocurridos en Bojayá y Vigía del Fuerte entre el 1 y el 3 de mayo de 2002.