“El ambiente está tenso, hay temor”: Alejandro Durán, sindicato del INPEC en el Tolima
La cárcel de Ibagué es uno de los centros penitenciarios de máxima seguridad en el país, a donde trasladan algunos de los reclusos de mayor peligrosidad, por ejemplo, la semana anterior estuvo recluido por unos días alias ´Pipe Tuluá´.
Ibagué
En diálogo con Caracol Radio Alejandro Durán, representante del sindicato del INPEC en el Tolima, reveló que en la cárcel de Ibagué el ambiente está tenso y existe temor entre los funcionarios por la molestia que generan los controles que ordenó el Gobierno Nacional contra la corrupción.
“La delincuencia está tomando las vidas de nuestros compañeros por ejercer la labor como está ordenado por la norma, privados de la libertad delicados, donde por ejemplo no les gusta el control y actúan contra los funcionarios”, dijo Duran.
Precisamente la cárcel de Ibagué es uno de los centros penitenciarios de máxima seguridad en el país, a donde trasladan algunos de los reclusos de mayor peligrosidad, por ejemplo, la semana anterior estuvo recluido por unos días alias Pipe Tuluá y otros integrantes de la inmaculada.
“Las órdenes a nivel nacional es reforzar los perímetros de los establecimientos carcelarios con los anillos de seguridad de la Policía y el Ejército, uno de los lugares donde corren mayor riesgo los funcionarios del INPEC es a la entrada y a la salida de los centros penitenciarios, Ibagué es un embudo donde fácilmente atentan contra los funcionarios”, afirmó Durán.
Las medidas contra la corrupción
Según el represente del sindicato del INPEC en el Tolima, se requieren garantías por parte del Gobierno Nacional para poder seguir ejerciendo esta labor que es de alto riesgo.
“Día a día se hacen registros de control, se manejan informaciones de inteligencia, se hacen operativos para verificar estas informaciones, se está aplicando todo lo dispuesto por parte de la dirección nacional”, manifestó Durán.
En la cárcel de Ibagué trabajan cerca de 650 personas entre personal uniformado y administrativo que temen por sus vidas ante las amenazas de grupos delincuenciales.
“Somos temerosos, somos seres humanos, lo que menos deseamos es perder la vida por ejercer la labor como está ordenado, todos tenemos familias que son los que más sufren donde ocurra algo con nuestras vidas”, puntualizó.