Haití: las causas de las crisis y los caminos a futuro

Esta noche en Hora20 una mirada a la crisis que vive Haití. Analizaremos las causas de los hechos de las últimas semanas, la dimisión del primer ministro y el camino en adelante en medio del caos, del control armado de algunas pandillas y de la mirada distante de la comunidad internacional. Hablaremos de la incidencia de otros países, del futuro de un gobierno de transición y de la relevancia de las pandillas y bandas criminales que cada vez toman más relevancia en la región.

El último hecho es el incendio de la penitenciaria nacional de Puerto Príncipe, un acontecimiento antecedido de tiroteos en cercanías al Palacio Nacional, de la fuga de más de 3.600 presos, del ataque coordinado contra comisarías, el bloqueo en la carreteras y aeropuertos y de las amenazas de “Barbecue”, el líder de una de las bandas criminales que hoy dominan en Haití amenazó con una guerra civil y un genocidio si el primer ministro Ariel Henry no dimitía, todo en el marco de una alianza llamada “Vivir Juntos” que reúne a las más grandes pandillas del país. Finalmente, Henry anunció el lunes en la noche que renunciará una vez se conforme un consejo presidencial de transición encargado de asumir las riendas del país mientras se busca el camino para elecciones libres y transparentes.

La crisis de las últimas semanas parecen ser el punto máximo del caos en un país que ha estado dominado por una dictadura que dejó 50 mil víctimas, cuatro regímenes de transición desde 1986 cuando se restableció la democracia, un terremoto que dejó 300 mil muertos y una epidemia de ébola. Sin embargo, la crisis reciente tiene su origen en el asesinato de Jovenel Moise en 2021, un presidente que ya era ilegítimo, pues se quedó en el cargo mucho más tiempo de lo establecido y de ser señalado por beneficiar pandillas y organizaciones criminales, las mismas que hoy tienen en jaque al país. Tras su muerte, Ariel Henry asumió el poder, un presidente que también se considera ilegítimo, pues Haití no celebra elecciones desde 2016 y desde 2023 no cuenta con un parlamento activo, pues a todos los representantes se les venció el periodo.

Este panorama de inestabilidad política y corrupción ha llevado a que las 200 pandillas que hacen presencia en Haití controlen al menos el 80% del territorio, lograran sembrar el terror y dejar la cifra de 5000 homicidios en 2023 y más de 800 solo en enero del 2023, según cifras de Naciones Unidas. Este panorama hizo que, en 2022, Henry hiciera un llamado de apoyo a la comunidad internacional, en octubre de 2023 Naciones Unidas aprobó la llegada de fuerzas internacionales al país para garantizar seguridad y elecciones libres, pero cinco meses después Kenia, que es el país que se ha ofrecido a enviar mil policías a Haití acaba de suspender por segunda vez el envío de las tropas. Por ahora, la crisis humanitaria se agrava, pues las carreteras, puertos y aeropuertos se encuentran bloqueados por estas pandillas, que hoy de facto, parecen ser quienes ostentan el poder en un Estado que parece fallido y en el que, de 11 millones de habitantes, 4,3 sufren de hambre aguda.

Lo que dicen los panelistas

Jean Mary Exil, embajador de Haití en Colombia, fue enfático en decir que hay planes de desestabilización que se ha manifestado en distintos momentos contra Haití, “en 1980 vemos que Haití tenía mucho turismo, pero siempre hay manos escondidas detrás de los eventos que hay en Haití”. Frente a lo cual, manifestó que el plan actual de desestabilización es muy claro, “antes se escondían un poco, pero con el tiempo las cabezas empiezan a salir. En Haití hay organización de embajadas que se manifiesta por una trinidad de países: EE. UU., Canadá y Francia”, los cuales considera, son quienes están detrás de lo que ocurre hoy en Haití, en ese sentido, dijo que hay políticos vendidos y unos intelectuales que están a la orden del sistema.

Resaltó que el pueblo haitiano quiere que el destino esté en sus manos, después del fracaso de la comunidad internacional y de los ensayo y errores, “que dejen que los haitianos decidan para conducir el país a la paz y a un desarrollo sostenible”, sentenció.

Para Sandrine Exil, periodista internacional colombo-haitiana, muchos haitianos describen esta situación como un cáncer que hizo metástasis, “esto viene desde hace mucho tiempo creciendo, problemática sobre problemática”, pues fue clara en decir que ni Haití ni los haitianos tienen gobernabilidad de su propio Estado, “la comunidad internacional siempre interviene y esto es lo que también tiene a la sociedad civil con rabia y rencor. Es como la crónica de una muerte anunciada”.

Detalló que hay posiciones claras sobre cuál será el futuro del país, “entre estos un apoyo de la comunidad internacional, pero también está una solución que venga de los haitianos para los haitianos porque estar en contra de intervenciones extranjeras no significa estar en contra del apoyo foráneo, eso lleva a la pregunta de cómo ese apoyo es previsto desde las Naciones Unidas y países como Francia, Canadá y EE. UU. que siempre han apoyado, lo que creo es que los haitianos pueden presentar soluciones”.

Manifestó que, si se quiere ayudar, hay que entregarles a los haitianos lo que nos piden, “eso es escuchar a la sociedad y responder a sus necesidades, se ha hablado de intervención militar keniana, pero todo esto se configura de una manera distinta aportando armas, carros blindados y entrenamiento, eso es lo que ha pedido la Policía”.

Camilo Granada, economista, politólogo, consultor, exconsejero para las comunicaciones de Presidencia y columnista, explicó que la dinámica de la mezcla de violencia y política plaga a Haití desde hace casi 70 años con la llegada de “Papa Doc” en el 1957, “Baby Doc” que heredó el poder, “la dinámica de mezcla de estos elementos se expresa en las milicias o paramilitares articulados con el poder de los duvalier”. Ante lo cual, resaltó que estos hechos marcaron la conexión entre poder político, económico y de violencia, “hay dinámicas de poder y captura de rentas y violencia política arraigada a Haití”. En cuanto al papel de agentes extranjeros, dijo que las potencias y en particular EE. UU., Canadá y Francia no han sido necesariamente exitosos en sus intervenciones y han generado más problemas que soluciones.

De otro lado, dijo que es importante entender la imposibilidad de mantener la democracia funcionando, la lucha contra la corrupción que ha sido infructuosa y la inmersión en una pobreza absoluta y masiva, “creo que la dinámica que se enfrenta ahora es la evolución anunciada de un deterioro constante y sistemática de las condiciones de seguridad y democráticas, de la crisis económica y de la crisis social y del crecimiento sostenido de estas organizaciones”.

Para Mariano de Alba, asesor sénior del International Crisis Group, la crisis en Haití sido un proceso progresivo que sin duda se ha acelerado y se ha deteriorado de forma pronunciada luego del asesinato del ex primer ministro Moise y luego de que Henry asumiera el poder y logra mantenerse demasiado tiempo después del que estaba previsto, “hay dos situaciones urgentes que toca resolver: la situación política que es el foco de la situación debido a que las bandas amenazan a que Henry no regrese al país y de otro lado, hay una crisis de seguridad”. Frente a esta hipótesis, dijo que por ahora parece que la comunidad internacional se decantó por resolver primero la crisis política exhortando desde los países del Caribe a que Henry renuncie, “algo supeditado a que se conforme el consejo transicional presidencial”.

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