Obispo de la Diócesis de Quibdó: “Avanzan los diálogos con el ELN, pero sentimos que hay una burla”

El jueves 8 de febrero, se conoció un comunicado del Frente de Guerra Occidental del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el que decretaba un “paro armado indefinido” a partir de la medianoche del sábado en inmediación a los ríos San Juan, Sipi y Cajón, al sur del departamento del Chocó.

Según lo señalado por la estructura en dicho comunicado: “la situación humanitaria en el departamento sigue siendo precaria y la presencia del paramilitarismo arrecia contra la población humilde del territorio en complacencia con la fuerza pública que opera en este sector de la región”.

Razón por la cual, “invitaba” a las comunidades que habitan esta convulsionada zona del Pacífico colombiano a que se abstuviera de moverse “para evitar incidentes”.

El anuncio de la estructura del ELN, generó una respuesta por parte del comisionado de Paz, Otty Patiño, quien calificó el paro armado como una “deslealtad a los acuerdos que se pactaron en el sexto ciclo de conversaciones”, especialmente cuando se había aplazado el cese al fuego con la guerrilla hace menos de una semana.

En 6AM HOY por HOY de Caracol Radio, Monseñor Mario de Jesús Álvarez, obispo de la Diócesis de Quibdó, se refirió a la situación que enfrentan cerca de 30.000 personas en la región del medio San Juan y calificó como una “burla” a lo pactado en los diálogos con este nuevo paro del ELN.

“Esto no se aleja de esta zona del medio San Juan. Se está en los diálogos con el ELN, se avanza en los diálogos con el ELN, pero sentimos que hay una burla a lo que se determina en la mesa. No salimos de una situación de zozobra y mentira. Estamos vacunados contra cualquier expresión que nos asegure que vamos a salir de esto”, indicó el sacerdote.

En ese sentido, aseguró que las comunidades de Mina, Nóvita, Sipi y del litoral de San Juan están enfrentando el confinamiento por cuenta de este paro armado, al tiempo que los pobladores de Chambacú, Negria, Doidó y Noanamá padecen el desplazamiento forzado por esta situación.

Por otra parte, insistió en la necesidad de incluir a la mesa de diálogo a los actores armados y civiles que confluyen en esta región, como las Autodefensas Unidas de Colombia (AGC), que hacen una fuerte presencia en esta región.

“No vamos a alcanzar un Estado de cosas, relativamente pacífico y con buenas proyecciones, si no hay diálogo con todos los actores involucrados”, concluyó monseñor Álvarez.