Manizales

Caldense trotó más de mil kilómetros desde Villamaría hasta Ecuador

“Una locura” de 20 días con destino a Quito, así define Andrés Osorio, esta aventura que hizo en nombre del medio ambiente.

José Andrés Osorio más conocido como "Pirry" es un joven villamariano que se atrevió a ir trotando hasta Ecuador como un acto de protesta por la contaminación a los ríos y afluentes.

José Andrés Osorio más conocido como "Pirry" es un joven villamariano que se atrevió a ir trotando hasta Ecuador como un acto de protesta por la contaminación a los ríos y afluentes.

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¿Ustedes podrían trotar más de 1.000 km por 20 días?  Andrés Osorio, más conocido como “Pirry”, viajó desde Villamaría hasta Quito, Ecuador, trotando en total 1.010 km. Salió de su casa el 30 de noviembre, recibió la bendición de su madre y se despidió de su hermano y su perro, agarró la mochila con su hidratación y empezó su travesía.

Irreverente e ingobernable, palabras que lo describen y así lo tiene tatuado en el rostro, su meta estaba clara y era llegar a la mitad del mundo. Por esta razón se preparó por más de cuatro meses entrenando día tras día.

“No se había consolidado la idea por cuestiones de seguridad y orden público. Sentía que debía hacer una preparación mucho más profunda y de una forma diferente de protestar como montañista por el daño que estamos sufriendo en nuestras montañas y páramos”, dijo Andrés.

Cuenta que su objetivo era hacer una protesta pacífica frente al estadio del medio ambiente y los parques naturales. Además, se puso nostálgico al ver que no había fuentes hídricas potables se considera un vocero en la conservación de los páramos.

Entre montañas, carretera y el sonido de los pitos de las mulas que pasaban casi al lado, “Pirry” iba a 10 km/h, comía dos veces al día en “corrientazos” y descansaba en un hotel al borde de la carretera y en hoteles de camioneros. Dice que tuvo un momento que se sentía cansado, agotado y no quería continuar por el desgaste emocional por la ausencia de la familia.

Mientras trotaba sin descansar durante el día y venciendo las condiciones climáticas por donde atravesaba, “Pirry” deseaba poder ver a su mamá, su hermano y su perro que estaban pendientes de él.

Un nuevo día se asomaba, salió a las 5:30 de la mañana, de nuevo, le esperaban trotar 60 km y afirmó que la parte mental pesaba mucho y agota siempre tener la misma rutina. “Fue la única vez que sentí que debía parar, porque perdí ocho kilos”, mencionó.

Sin embargo, la meta era clara y no había qué ni quién lo hiciera cambiar de opinión. Incluso, vivió dos momentos amargos. Mencionó que sintió miedo, ya que, por poco lo roban si no hubiera sido por la “paletera” o controladora del tráfico habitante del sector, que lo salvó del incidente.

Al llegar a la frontera, el tan anhelado sueño de correr hasta la mitad del mundo se veía cada vez más cerca. Pirringo, como lo llamaban de niño, no se ve como un deportista y no le gustan las competencias, pues prefiere superarse él mismo. A pesar de esto, comenta que es inexplicable lo que sintió al llegar a Ecuador, ya que era su deseo y fue una gran satisfacción de cumplir con lo prometido.

“Es de las cosas más honradas que he hecho y saber que pude contar de dónde soy y generar la conciencia ambiental que era el propósito. Fue una satisfacción muy grande”, dijo mientras sonreía al recordar lo que había experimentado.

El deber está cumplido. Arriesgado y hasta las personas le gritaban que estaba loco, pero su impulso y deseo de aportar al medio ambiente es fundamental. Era 19 de diciembre, vísperas a navidad, pero que sin duda esa fecha no se le borrará de la memoria.

Tras llegar a su casa se reencontró con su perro, hermano y su mamá. Según él, son el motor para su vida. La Alcaldía de Villamaría le dio un reconocimiento por su enorme valentía.

Ahora espera realizar campañas para ayudar a perros y gatos en la fertilización y hacer otras obras sociales en el parque natural Los Nevados. Para este año desea correr 2.500 km en la Cordillera Blanca en Perú.

En su cara está marcado el término “ingobernable” y así tal cual vive su vida: sin límites, libre y cumpliendo sus sueños a sus 36 años.

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