C. Constitucional, Consejo de Estado y Judicatura rechazan bloqueos en palacio de Justicia
Las altas cortes respaldaron la decisión de la Corte Suprema de Justicia y rechazaron actos de violencia
La Corte Constitucional hizo un preocupado llamado a la sensatez y a la calma.
Y aunque destacó la legitimidad de la libre movilización ciudadana, como “genuina expresión de sus demandas y sus anhelos y enfatiza la obligación de todos los demás habitantes del país y de las instituciones, de respetarla y garantizarla”, también llama la atención en la necesidad de que no se bloquee, presione o amedrente a las Instituciones de la Justicia.
“Los jueces en todos los niveles requieren de tiempo, espacio y condiciones aptas para una adecuada deliberación y decisión de los asuntos y encargos propios. La Corte Constitucional reclama con vehemencia respeto por la independencia de la Corte Suprema de Justicia, así como por la integridad de sus miembros, y deplora los ataques, la violencia y los insultos, lo que solo sirve para retardar las decisiones que los ciudadanos, todos, estamos esperando”, dijo la Presidente Diana Fajardo.
Finalmente, la Corte envió su voz de respaldo, aliento y apoyo irrestricto a la Corte Suprema de Justicia y hace votos porque su independencia sea respetada, sus decisiones acatadas y sus magistrados protegidos.
Por su parte la Comisión Nacional de Disciplina Judicial rechazó con firmeza los actos y manifestaciones de violencia, así como cualquier clase de presión y bloqueo en contra de las instituciones del Estado y de los poderes públicos, en particular de la Rama Judicial y los miembros que la conforman.
“La Comisión envía un mensaje de apoyo a la Corte Suprema de Justicia en el entendido de que la comprensión de las singularidades propias de cada decisión y la reflexión serena y libre de los asuntos jurídicos sometidos a su consideración, son propias de la independencia y deben ser respetadas”.
Finalmente el Consejo de Estado hizo un llamado a la mesura y al respeto de la institucionalidad de los tres poderes del Estado, además de que es fundamental garantizar su ejercicio autónomo y conforme a los tiempos establecidos.