Medvédev supera el susto y remonta para avanzar a tercera ronda del Abierto de Australia
El tenista ruso remontó un 2-0 contra el finlandés Emil Ruusuvuori, tras más de cuatro horas de partido.
El ruso Daniil Medvedev, tercer cabeza de serie, necesitó de los cinco sets, cuatro horas y veintiún minutos de dura lucha para sobrevivir al empuje y la inspiración del finlandés Emil Ruusuvuori, agotado físicamente en el tramo final, y avanzar a los dieciseisavos de final del Abierto de Australia, por 3-6, 6-7(1), 6-4, 7-6(1) y 6-0.
Las luces del Rod Laver Arena no se apagaron hasta bien entrada la madrugada en Melbourne. El cara a cara entre el moscovita y el tenista de Helsinki, el tercero particular entre ambos, no tuvo un vencedor hasta casi las cuatro de la mañana, hora local.
Fue un duelo dramático que necesitó de una remontada épica por parte del ruso para imponer su condición de tercera raqueta del mundo y mantener sus expectativas en el primer grande del curso. No esperaba un trance como este Medvedev que nunca había perdido una manga con el finlandés. Ni en Kazajistán, en el 2022, ni tampoco en Roma, sobre tierra, el pasado año.
Se cita Medvedev con el canadiense Felix Auger Aliassime en el siguiente tramo del torneo del que fue finalista dos veces (2021 y 2022), superado por Novak Djokovic y Rafael Nadal, y que jugó un primer parcial horrible, tuvo en el segundo oportunidades de sobra para reconducir el choque, que desperdició con insistencia. Emergió en el tercero, resistió los últimos coletazos de inspiración de su rival en el cuarto y apabulló en el quinto, que le dio el triunfo.
Un primer set plagado de errores (16), en el que nunca halló la continuidad necesaria para hacer frente a su rival, que estaba desinhibido y con nada que perder, le colocó el partido en contra en apenas 43 minutos. El ruso perdió el saque en el segundo juego y solo tuvo ocasiones de recuperarlo con 3-1, sin lograrlo.
Descentrado, volvió a dejarse comer terreno en la siguiente manga. Desastroso al resto, dio alas a Ruusuvuori, 37 del ránking y con ningún título en su historial. Con 3-2 abajo, Medvedev hizo ‘click’. Consiguió, por fin, un ‘break’ que niveló el parcial y otro más en el siguiente resto.
Cuatro juegos seguidos y saque para cerrar el set. Ni por esas. Perdió el saque, perdió el resto pese a tener tres puntos de set y se vio de nuevo con 5-5. Se lo jugaron en el desempate y Ruusuvuori estuvo impecable. En la red, acumuló un margen de 5-0; el ruso le llevó al peloteo y también salió airoso. Firmó un 7-1 rotundo.
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Cerca de las dos de la madrugada en Melbourne, Medvedev encadenó una buena racha y se hizo con una ventaja de 4-1 en el tercero. Ruusuvuori recuperó un saque, pero Medvedev ya era otro y se garantizó sin dificultad un cuarto parcial.
El ruso prolongó la dinámica positiva que había encontrado, especialmente sostenido por su saque, e inició el cuarto con 2-0 a favor después de quebrar en el primer parcial de la manga. Pero no fue todo como esperaba el moscovita porque su adversario se aferró a la pista. Ruusuvuori, aún acompañado de un gran tenis y de cierta resistencia física, rompió en el octavo, equilibró (4-4) la situación que se mantuvo hasta el tie break que ganó el ruso.
Tomó aire Medvedev. Partido nuevo, todo o nada en la manga final. Pero Ruusuvuori ya no era el mismo. Fue al vestuario a tomar aire y pidió asistencia médica para paliar las molestias en el hombro derecho.
Olió sangre el ruso y no perdonó. Mejor físicamente apretó el acelerador y el finlandés no pudo seguir su ritmo. Se hundió. Y Medvedev ganó con autoridad, respiró y sobrevivió a la competición. Ya está en dieciseisavos. Evitó la sorpresa, la derrota y se citó con Auger Aliassime que tampoco es cualquier cosa.