El lado oscuro de la navidad: tres personajes poco conocidos detrás de esta celebración
Alegría y unión son elementos representativos de la navidad. Pero a la música, los cantos y las reuniones de seres queridos se suman historias que causan terror en distintas culturas. Conozca algunas de ellas.
Un hombre de barba blanca y vestido rojo rompe la oscuridad de la noche, montado en un trineo halado por renos y cargado de regalos.
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Su nombre: Papá Noel, Santa Claus o San Nicolás, según la cultura en la que se encuentre. Este es uno de los personajes más populares de la navidad.
La creencia popular dice que es el encargado de llevar alegría a los niños del mundo durante la noche de navidad.
Entra a las casas de los niños que han tenido buen comportamiento durante el año, deslizándose por las chimeneas y dejando regalos debajo de los árboles de navidad.
En la mayoría de culturas, los regalos responden a peticiones de los niños, hechas mediante cartas antes de la navidad.
En culturas como la colombiana, este personaje no es tan popular y goza de mayor representatividad la figura de “Niño Dios”, referencia a Jesús recién nacido, que también llega cargado de regalos.
Sin embargo, en las noches de navidad no solo aparecen las luces de colores que centellean. Otros personajes llenan de terror las mismas celebraciones en distintos lugares del mundo.
Especialmente en los países nórdicos, en los que no se conocen figuras populares latinoamericanas, como la Llorona y el Mohan, pero sí otros que son temidos en las navidades. Estos son tres de los más populares.
El Krampus
Este es uno de los personajes oscuros de la navidad, más populares. Es conocido especialmente en Europa y su imagen genera terror y cuestiona, pues suele aparecer acompañado de Santa Claus.
La historia cuenta que mientras Papá Noel lleva su trineo con regalos a las casas de los niños buenos, el Krampus visita a los niños malos par raptarlos y meterlos en un enorme canasto que lleva en su espalda.
Su aspecto es la oposición completa de la imagen de abuelo bonachón de Papá Noel. Es un ser con rasgos humanos y animales.
Aunque camina sobre sus dos piernas, tiene los pies dotados de castos de cabra y la piel recubierta por un grueso pelaje de bovino.
Tiene cuernos grandes y enroscados y una lengua roja que hace cabriolas al abrir su boca. Se cuenta que tiene aspecto de demonio y que en su espalda carga un gran canasto para capturar niños.
El personaje, que goza de especial popularidad en Suiza y Austria, es el ayudante de Papá Noel, por eso se les suele representar juntos.
Castiga a los niños desobedientes, capturándolos y llevándolos hasta las profundidades de la tierra, donde luego los devora.
Este personaje no aparece precisamente en la noche de navidad, sino en la del 5 de diciembre, conocida como la “Noche del Krampus”. Recorre las poblaciones haciendo sonar pesadas cadenas de hierro.
Su origen no es muy claro, pero sí ha sido representado en el cine y la televisión. Sin embargo, en muchos países se ha prohibido su difusión, por la crueldad que encarna.
La Gryla y el Gato Yule
Estos dos personajes también representan historias aterradoras. Se suelen conocer de forma individual, aunque casi siempre se relacionan en las narraciones.
Sin embargo, su difusión ha venido en decadencia por una orden de 1746 que prohibió reproducir la crueldad de los relatos en sus países originarios.
Por un lado, la Gryla es una mujer que, según la leyenda, estuvo casada en tres oportunidades. Vivía con su gato, su tercer esposo y veinte hijos, en una cueva en Islandia.
Tiene un aspecto aterrador, que en la literatura es asemejada con un trol de facciones poco definidas y gestos desagradables.
Su historia se remonta al siglo XIII. Pasa la mayor parte del año en las montañas de Islandia y sale en la noche de navidad para visitar los pueblos y comerse a los niños desobedientes.
Cuando está satisfecha, guarda en un saco a los niños que no se portaron bien y se los lleva con ella hacia la montaña.
La mujer usualmente está acompañada del Gato Yule, un felino enorme que es su mascota. Este no va en busca de los niños, sino de los trabajadores perezosos.
Según las costumbres en Islandia, los empleadores premiaban a sus buenos trabajadores con ropa nueva para a noche de navidad.
Por esa razón, el Gato Yule identifica a todas las personas que durante la celebración no tienen o no recibirán ropa nueva, para devorarlos.
El motivo: no tener algo para estrenar da indicios al gato de que la persona fue un mal trabajador durante el año, por lo que puede ser castigado.
La historia, que también fue prohibida, se usó durante muchos años por parte de los patrones para obligar al trabajo duro y mal pago a sus empleados.
Los 13 Santas
A la figura de Santa Claus en los países nórdicos, se suma la creencia en estos personajes que pueden ser tan generosos como Papá Noel o tan crueles como el Krampus.
Se dice que son 13 hombres que se asemejan un poco físicamente a Santa Claus, aunque tienen rasgos de trol de montaña.
Usualmente, dejan dulces a los niños buenos. Pero a los niños que se portaban mal les hacen distintos tipos de bromas y castigos.
Las manifestaciones de los 13 Santas, según la creencia nórdica, pueden ir desde dejar verduras podridas en las medias de las chimeneas, hasta llevarse niños a la montaña para devorarlos.
La crueldad de las historias sobre estos personajes, igual que los últimos dos, también llevó a que estas fueran prohibidas en países como Islandia.
Si bien las historias oscuras de la cultura popular latinoamericana suelen atemorizar a mucho, las de los personajes del lado oscuro de la navidad en otros sitios no son para menos.
La mayoría de ellas, con el objetivo de generar miedo en los niños e instar al buen comportamiento, están cargadas de tradiciones reales de distintos lugares.