Aumentó a 110 el número de familias desplazadas por enfrentamientos en Silvia, Cauca
La alcaldesa del municipio de Silvia (Cauca), Mercedes Tunubalá, informó sobre el comportamiento del orden público durante los últimos días, tras enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC.
Durante la última semana la situación de orden público en el departamento del Cauca ha sido tensa, por los constantes enfrentamientos de grupos alzados en armas.
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En el municipio de Silvia, los ataques armados entre disidencias de las FARC y miembros del ELN, han tenido a la población entre el confinamiento y el desplazamiento forzado como únicas salidas.
Los habitantes de la vereda La Aguada, del corregimiento de Usenda, en jurisdicción del municipio de Silvia (Cauca), han tenido que trasladarse a una población vecina.
A pesar de la atención del Gobierno Nacional a la situación, el número de desplazamientos no deja de crecer y las autoridades se han visto en la obligación de evacuar a las familias de la zona.
Mercedes Tunubalá, alcaldesa del municipio de Silvia, comentó a 6AM Hoy por Hoy que el número de familias desplazadas superó el centenar. Una parte importante es población indígena.
“Los grupos armados ilegales nos dejan un desplazamiento de 300 personas, 110 familias, entre ellos están campesinos y un porcentaje de población indígena”, comentó.
Estado del orden público
La mandataria explicó que los habitantes aún no han podido regresar a sus viviendas, luego de que el 29 de noviembre la administración acompañara el proceso de desalojo preventivo.
“Mientras no se verifique la contaminación del territorio, no es posible regresar”, comentó la alcaldesa Tunubalá.
Desde el pasado 30 de octubre, el Ejército Nacional se encuentra en la vereda La Aguada, con el objetivo de hacer las inspecciones de rigor en el territorio.
Durante la jornada de este viernes 1 de diciembre también se llevará a cabo un Consejo de Seguridad en el municipio de Silvia, con el fin de evaluar la situación y “buscar la posibilidad institucional de retorno”.
Además, la funcionaria explicó que el Gobierno nacional sí ha estado al frente de la situación, especialmente participando en los comités territoriales de justicia transicional en los que se evalúa la situación y se toman decisiones al respecto.
A pesar de lo difícil de la situación, la población de Silvia espera que los enfrentamientos por el control territorial cesen pronto.
“Es una situación preocupante, pero tenemos la esperanza de que, de acuerdo con la inspección de la Fuerza Pública, podamos retornar”, comentó la alcaldesa.
Esperanza de la paz total
Durante su comunicación, la mandataria explicó que, a pesar de las dificultades de orden público por los recientes hechos de violencia, su comunidad confía en el avance de las negociaciones de paz.
Sin embargo, reconoció que es altamente probable que el proyecto no se concrete solo con las acciones realizadas en el marco del gobierno del presidente Gustavo Petro.
“El tema de la paz total es un inicio y de la noche a la mañana no es posible resolver. Se tienen que dar avances desde el Gobierno Nacional”, comentó la alcaldesa Tunubalá.
A lo que añadió que “en un período de gobierno no es posible resolver” todos los problemas que se presentan en sitios como el departamento del Cauca, donde existen estructuras armadas nuevas y antiguas.
“Creemos que la paz total es posible y se tiene que dar en algún momento, pero no necesariamente en un gobierno”, agregó.
Hizo también un llamado para que la unión de esfuerzos de todos los actores sociales permita llevar la paz a los territorios en los que vivir tranquilos es el mayor anhelo de los ciudadanos.
“Debe haber el interés de todo un colectivo: grupos armados ilegales, sociedad civil, autoridades religiosas, autoridades institucionales. Es un conjunto de luchas que se tiene que dar y no es posible para una sola institución hacer todo ese esfuerzo”, explicó.
Por el momento, se espera que el apoyo del Ejército Nacional sirva para brindar las garantías de tranquilidad y seguridad que requiere el retorno de las familias desplazadas.
Mientras tanto, los campesinos e indígenas afectados por el conflicto permanecen en un albergue temporal que se habilitó en un corregimiento cercano y piden ayuda con elementos básicos para su sostenimiento allí.