¿Tomar licor hace que veamos a otras personas más bellas? Esto dice un estudio científico
Alrededor de esto hay muchos mitos, así como arrepentimientos de las personas con las que se habría consolidado algo gracias al alcohol. Aquí le contamos lo que dice la ciencia al respecto.
Las bebidas embriagantes tienen diferentes tipos de efectos en las personas, es dependiendo el organismo y la manera de absorberlas que se pueden determinar ciertas conductas que un individuo podría tener en una noche de fiesta o simplemente de ocio.
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Hay algunos que se pasman y solo les da sueño, otras que sacan su lado más alegre, los casanovas que les entra la valentía para conquistar, los famosos “mala copa” y demás.
Pero uno de los arrepentimientos más populares es por parte de aquellas personas que conquistan a alguien en medio de los tragos y el transcurso de la noche, pero a otro día reflexionan y resulta que la persona con la que estuvieron, al final, no era como la recordaban, por esta razón es que se tiene la concepción de que con unos tragos en la cabeza, cualquier persona podría ver a otra más atractiva. A continuación, le contamos lo que dice la ciencia.
¿El alcohol hace que veamos a otros más atractivos?
Un estudio publicado en la revista científica Medical Xpress y en Journal of Studies and Alcohol, en el que se utilizaron a 18 parejas de amigos, todos de género masculino, de 20 años aproximadamente, para calificar el nivel de belleza de unas personas a través de fotografías y videos que les iban a ir mostrando a medida que consumían licor.
Fue la investigadora Molly A. Bowdring, de la Universidad de Stanford, la encargada de llevar a cabo este experimento, en el que la idea era comparar el resultado de ellos estando sobrios y ebrios, visualizando las imágenes que se les mostraron.
Además de esto, la idea es que interactuaran después con las personas que hayan elegido, también para tener en cuenta cómo variaba su comportamiento. Inicialmente lo que debían hacer era entrar dos veces al laboratorio, la primera se les daba un nivel de alcohol, el cual en Estados Unidos es el mínimo legal para conducir y la segunda no bebían nada.
Tiempo después de analizar todas las pruebas que se llevaron a cabo, la autora llegó a la conclusión que el licor no tiene ningún efecto directo en la percepción que un individuo tiene sobre las otras personas, aunque si se aumentó un poco la intención de interacción, las bebidas embriagantes no hacen que alguien vea de manera diferente a una mujer u hombre.