El escándalo que estalló en el fútbol colombiano por las declaraciones de Alejandro Guerrero entrenador del Boca Juniors de Cali, quien develó la posible ingerencia de algunos jugadores en acciones sospechosas de amaño durante los partidos, cobró su primera víctima: paradójicamente el mismo denunciante.

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“Hay situaciones que desafortunadamente se han presentado este semestre. Es el destapar todo. Ha llegado un comunicado a los directivos, de parte de la Dimayor y la Federación, manifestando que hay situaciones que se han presentado desde el año 2018. Se han amañado los partidos. Dentro de esa carta se entra a investigar al cuerpo directivo, el cuerpo técnico y los jugadores”, dijo el adiestrador luego del partido que perdió su equipo ante Quindío en la última fecha del todos contra todos en el torneo de ascenso.

La sanción de la Dimayor

En la resolución 036, publicada el martes por la institución que administra el fútbol profesional colombiano, aparece la determinación tomada ante las sonadas declaraciones del entrenador del equipo caleño:

Serán 5 semanas sin poder “ejercer cualquier actividad deportiva y/o administrativa relacionada con el fútbol”, sumado a una multa de 13.514.000 pesos bajo la figura sancionatoria que aparece en el artículo 72 del Código Discplinario Único de la Federación Colombiana de Fútbol: “Declaraciones contra las autoridades del fútbol”.

Para la Dimayor las declaraciones de Guerrero son nocivas para diversos actores del fútbol profesional colombiano puesto que vulneran la imagen de: : “los jugadores de su mismo club, los dirigentes del club, la FCF, la DIMAYOR y la integridad de la competencia en todo el sentido amplio que ello comprende”.