Directora de Protección: “Decir que soy hija del ICBF es algo maravilloso, es un orgullo”
Diana Carolina Baloy, Directora de Protección del ICBF, habló sobre su inspiradora historia de vida, tras ser parte de la entidad en su infancia y regresar para liderar acciones para proteger a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes
En días pasados, la directora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Astrid Cáceres, posesionó como directora de Protección a la abogada Diana Carolina Baloy, la cual tiene estudios en Derecho y una maestría en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Universidad Católica. Por otra parte, cuenta con una experiencia de más de 10 años en el sector público, siendo asesora en temas para la defensa de los derechos de los niños y las mujeres en la Procuraduría. Sobre sus inicios y retos profesionales habló en 10AM Hoy por Hoy.
Una historia de superación
De acuerdo con la directora de Protección, su historia en la entidad empieza a los 11 años cuando ingresa por una situación de abandono. Comentó que nunca conoció a su padre y en el caso de su madre, un día dijo que se iba a trabajar y nunca regresó.
“A falta de un padre y una madre, encontré al ICBF. Después de 25 años de no verla, ella regresó muy delicada con un cáncer desde San José del Guaviare y murió en mis brazos. Hice todo lo que pude y en los 17 días que estuvo conmigo intenté darle lo mejor”, comentó.
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Por otra parte, Baloy comentó que duró seis meses viviendo sola, trabajando en servicios domésticos, hasta que la señora de la casa donde se quedaba decide denunciarla ante la Policía de Infancia y Adolescencia, quienes van, hacen el respectivo traslado y llega al Centro Zonal de Suba, en Bogotá.
“Siempre me aferré muchísimo, adiós y a la Virgen y siempre decía que no me quería quedar ahí, que quería hacer alguien en la vida que quería aportarle al país y bueno, después empezaba a presentarme como Diana Carolina Valoy, futura presidenta de la República de Colombia”, comentó.
Salida del ICBF Y MÁS
Diana Baloy recuerda que era muy indisciplinada, pero académicamente rendía. Su boleta de salida llega el 23 de mayo de 2003 y de ahí adelante, salió a buscar nuevas oportunidades. En ese momento, estudiaba un curso de sistemas en la Universidad Francisco José de Caldas, buscó una habitación y pagó seis meses por adelantado.
De igual manera, salió a buscar trabajo como fileteadora, más tarde en labores de hogar y siguió tocando puertas hasta que se ganó una beca para estudiar Ingeniería Industrial y terminó graduándose del programa. Tiempo después llega a la Procuraduría para trabajar con Fernando Carrillo como asesora del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes.
