Jóvenes indígenas del Chocó se están suicidando como consecuencia del conflicto armado
Las comunidades indígenas del Chocó exigen a todos los actores armados respetarlos como sociedad civil fuera del conflicto,
Chocó
El Programa de Mujeres de la Mesa Permanente de Diálogo y Concertación de los Pueblos Indígenas del Chocó exige que la violencia armada pare en sus territorios. Además, responsabiliza al conflicto y sus consecuencias -hambre, pobreza, desplazamiento forzado, reclutamiento y desaparición forzosa- del suicidio de cuatro hombres y once mujeres, entre los 12 y los 28 años de edad, en lo que va de 2023.
“Es un llamado a la vicepresidente, al Estado Colombiano, a la institucionalidad. De manera urgente necesitamos iniciar rutas para prevenir el suicido y habilitar un espacio seguro con acompañamiento psicosocial permanente que conozca nuestra cultura y nuestros pensamientos”, expresó Ilsa Banuvi Caizamo, lideresa indígena del pueblo Embera Dobida y coordinadora de jóvenes deI Consejo Territorial de Indígenas del Chocó.
Las comunidades le exigen a todos los actores armados respetarlos como sociedad civil fuera del conflicto. Por otro lado, le piden al Gobierno nacional la creación de una ruta interinstitucional que articule procesos de formación en los territorios y una Mesa Técnica que facilite la atención de sus necesidades.
El Programa de Mujeres hace un llamado sobre las 14 formas de violencia que han identificado en sus comunidades: psicológica, política, económica, física y sexual, estructural y racista, entre otras. Señalaron varios casos de violencias basada en género, en diferentes municipios, ocurridas en los últimos tres años: tres feminicidios, dos amenazas, cuatro casos de trata de personas, 10 casos de explotación laboral a menores de edad, tres denuncias formales de acceso carnal violento y 14 casos de violencia intrafamiliar. Sin embargo, han expresado que sus denuncias formales no han tenido resultados.
Las mujeres indígenas del Chocó de los pueblos Embera (Katío, Dobida, Chamí y Eyabida), Wounaan, Senú y Guna Dule trabajan por construir una política pública de Equidad de Género y exigen que sean reconocidas como sujetos políticos. Así mismo, le solicitan al Gobierno un compromiso real para implementar su propuesta que definen en tres líneas de acción: participación política, gobernabilidad y justicia indígena; derechos humanos y colectivos.