Ciencia y medio ambiente

La Luna alberga un enorme depósito de agua: investigadores chinos revelan el hallazgo

El viento solar ha almacenado este elemento en el suelo solar, según lo hallado por la sonda ‘Chang’e 5′

Ilustración destaca el cráter Clavius de la Luna con una ilustración que representa el agua atrapada en el suelo lunar allí.

Ilustración destaca el cráter Clavius de la Luna con una ilustración que representa el agua atrapada en el suelo lunar allí.(Europa Press / NASA)

Un grupo de científicos chinos encontró recientemente, agua en perlas de vidrio de impacto ubicadas en un cráter lunar, así lo reportaron en la revista Nature Geoscience, de acuerdo a unas muestras que trajo la misión ‘Chang’e 5′.

La sonda Chang’e 5 aterrizó cerca del monte Rümker y con una mole de 70 kilómetros de largo que se levanta más de un kilómetro sobre el horizonte usó un brazo robótico para tomar muestras, las empaquetó y las envió al módulo orbital que sobrevolaba la Luna.

Los estudios detallados muestran que estas perlas de vidrio son probablemente un nuevo depósito de agua en la Luna, que registra la entrada y salida dinámica de agua derivada del viento solar y actúa como amortiguador del ciclo del agua en la superficie lunar.

El grupo de investigadores, dirigido por el profesor HU Sen, del Instituto de Geología y Geofísica (IGG) de la Academia China de Ciencias (CAS), estima que hay unos 270.000 millones de toneladas de agua almacenada en la Luna.

Los científicos creen que deben de existir reservas hídricas todavía por identificar que tengan la capacidad de amortiguar el ciclo del agua de superficie lunar, es decir, capaces de retener el agua en el satélite y que no se escape al espacio.

Estudios anteriores sobre el inventario de agua en granos minerales finos de suelos lunares, aglutinados producidos por impacto, rocas volcánicas y perlas de vidrio piroclásticas no han podido explicar esa retención, liberación y reposición de agua en la superficie de la Luna (es decir, el ciclo del agua en la superficie).

Una de los miembros del equipo chino propuso que estos cristales de impacto podían ser un candidato a la investigación de esas “capas o reservas hídricas no identificadas”.

Así, los cristales recogidos por la misión Chang’e 5 (que alunizó en diciembre de 2020) tienen “composiciones químicas homogéneas y superficies lisas”. Se caracterizan por su abundancia de agua, y su composición refleja que ésta probablemente viene de vientos solares.

¿Por qué los científicos buscan agua lunar?

En primer lugar, el agua es un recurso crucial para la vida y la exploración humana. Si podemos encontrar agua en la Luna, se podría obtener información sobre la historia del sistema solar y la formación de la Luna, lo que podría ayudar a los científicos a comprender mejor la evolución del sistema solar.

Así mismo, podría ser utilizada para la producción de combustible para cohetes, lo que podría reducir significativamente el costo y la complejidad de las misiones espaciales.

No obstante, aunque numerosos estudios han confirmado la presencia de agua en la Luna, ya sea en forma de hielo en el fondo de oscuros cráteres o ya sea disociada en sus dos componentes principales, hidrógeno y oxígeno, esa agua superficial, sigue unos ciclos de retención, liberación y reabastecimiento muy concretos. Es decir, que tienden a perderse en el espacio debido a la acción del Sol, pero se reponen continuamente.

Este estudio, entonces, sería una pista importante que indica la presencia de una capa o depósito rico en agua en el subsuelo lunar, que se reabastece periódicamente a la superficie y permite que el ciclo continúe.

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Los investigadores caracterizaron sistemáticamente la petrografía (rocas), la composición de los principales elementos, la abundancia del agua y la composición isotópica del hidrógeno de las perlas de vidrio de impacto devueltas por la misión CE5, con el objetivo de identificar y caracterizar el depósito de agua que faltaba en la superficie lunar.

Las perlas de vidrio de impacto de la misión CE5 tienen composiciones químicas homogéneas y superficies lisas expuestas. La correlación negativa entre la abundancia de agua y la composición isotópica del hidrógeno refleja el hecho de que el agua de las perlas de vidrio de impacto procede de los vientos solares.

Cabe mencionar que el viento solar es una corriente de partículas cargadas, expulsadas continuamente por el Sol. Las partículas solares chocan con la superficie lunar y reaccionan con los minerales presentes para producir hidrógeno y oxígeno.

Después, ambos elementos se combinan para formar moléculas de agua que quedan atrapadas en los materiales de la superficie lunar, como las perlas de vidrio de impacto mencionadas en el estudio.

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