Padre del sacerdote encontrado muerto en Medellín: “Mi hijo me dijo que volvía a las 10”
Esta fue la última conversación de José González, padre del sacerdote hallado muerto en un bar de la capital antioqueña, Javier Eduardo González Pertuz
Padre del sacerdote encontrado murto en Medellín: “Mi hijo me dijo que volvía a las 10”
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Sacerdote Javier Eduardo González Pertuz / Redes Sociales
El pasado viernes 3 de febrero, el sacerdote Javier Eduardo González Pertuz, de 39 años, fue encontrado sin vida en un bar ubicado en el sector de Laureles, en el centro de Medellín.
Información preliminar aseguraba que González Pertuz había sido hallado sin sus pertenencias en este establecimiento comercial, ubicado en la carrera 70A con calle 42.
Por esta razón y con el propósito de determinar las causas de su fallecimiento, Medicina Legal llevó a cabo una serie de exámenes toxicológicos.
Nuevos detalles
Sin embargo, los resultados de laboratorio tumbaron la hipótesis que tenían las autoridades, la cual señalaba que el sacerdote había fallecido por una sobredosis de escopolamina que habría sido utilizada para robarlo.
En las últimas horas, Medicina Legal informó que González Pertuz falleció de causa “natural y directa en estudio”, no obstante, las autoridades indicaron que aún faltan algunos resultados que podrían cambiar el curso de la investigación por esta muerte que está cargada de incógnitas.
“Me dijo que a más tardar volvía a las 10”
En 10 AM HOY por HOY de Caracol Radio José González, padre del sacerdote, aseguró que Medicina Legal no le ha dado el parte del fallecimiento de su hijo y contó detalles de su última conversación.
“Mi hijo se despidió de mí, me dijo a más tardar, vuelvo a las 10 de la noche”, contó José González para Caracol Radio.
“Al otro día me fui a trabajar normal, pensé que se había ido para alguna iglesia, pero ese día nada. Pasaron las 7 de la mañana y ya me empecé a preocupar. Le dije a mi otra hija, pensemos dónde empezamos a buscar porque esto nunca ha pasado”, aseguró el padre del sacerdote.
El padre de González contó que desde hace cuatro años su hijo se desempeñaba como formador en un seminario en la capital antioqueña y realizaba diariamente una misa en un hogar geriátrico, en el que él trabajaba.
De igual manera, contó que su hijo rara vez visitaba bares o discotecas, y las pocas veces que lo llevaba a cabo lo hacía en compañía de su hermano.