Adolfo Pacheco: el legado que deja el ‘Juglar de los Montes de María’
Cantantes, compositores, amigos, entre otros allegados del maestro Pacheco, calificaron de “imborrable” su trayectoria musical. El intérprete de canciones como ‘El viejo Miguel‘ murió a sus 82 años en una clínica de Barranquilla tras sufrir un accidente de tránsito
Siempre llevó el vallenato en su sangre y es que el sonido del acordeón lo escuchó hasta en la vuelta de la esquina en su natal San Jacinto, Bolívar, la población que lo vio nacer el 8 de agosto de 1940 y que hoy día no hay San Jacintero que no conozca el legado que dejó el maestro Adolfo Pacheco Anillo.
El mismo que desde muy pequeño escuchaba atentamente las anécdotas vallenatas que le contaba su abuelo y, como todo niño avispado e inquieto, las investigaba para ponerlas en práctica, como lo contó en aquella entrevista de hace cinco años en el Personaje de la Semana de Caracol Radio Barranquilla, con el director Martín Tapias.
Y es que el intérprete de canciones como ‘La hamaca grande’, ‘El Tropezón’, ‘El Mochuelo’, entre otras melodías inmortales, le puso su sello al vallenato de esa época, retratando sus vivencias familiares como en la canción ‘El viejo Miguel’ que se la dedicó a su padre.
LEA TAMBIEN: Fallece el maestro Adolfo Pacheco tras grave accidente de tránsito
El maestro conquistó con sus canciones al Caribe colombiano porque no hay parranda vallenata en la cual no se escuche su voz.
Esa misma voz que se apagó hoy en la mañana en la UCI de la Clínica General del Norte, de Barranquilla, donde estaba internado hace una semana tras sufrir un accidente de tránsito en un vehículo cuando transitaba por la vía Calamar – Barranquilla.
El ‘Juglar de los Montes de María’ murió luego de complicaciones por un politraumatismo severo, sin embargo, dejó un legado que repercutirá en las nuevas generaciones, como lo dice Tomas Darío Gutiérrez, compositor e investigador de vallenato
En San Jacinto ya preparan homenajes para el maestro pacheco, quien ahora está descansando en esa ‘hamaca grande’.
