Minería espacial: El cinturón de asteroides que nos harían millonarios a todos
La posibilidad de extraer recursos del espacio podría hacernos los dueños de una fortuna
El cinturón de asteroides ubicado ente Marte y Júpiter podría ser la salvación a la pobreza y convertirnos en millonarios a todos los seres humanos del planeta. Estos asteroides están formados principalmente por metales como el níquel, hierro y platino, los cuales son bastante empleados en diferentes construcciones.
La NASA y las organizaciones espaciales privadas como SpaceX tienen el mismo objetivo y es el de poder llevar a los humanos fuera de la órbita terrestre, pero no solo como turistas sino inversores en una nueva economía extraplanetaria que pueda incluso hacer uso de los recursos que hay fuera de nuestro planeta.
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Sentar las bases para una posible economía sostenible fuera de la Tierra es uno de los motivos principales, a largo plazo, de la misión Artemis; estudiar la posibilidad de que se establezcan colonias humanas en otros planetas y que se puedan realizar exploraciones y explotaciones de los recursos existentes en el Sistema Solar sería uno de los objetivos a los que la ciencia se acerca en cada uno de sus avances.
Entre Marte y Júpiter se ubica un cinturón de asteroides compuesto por metales tan valorados en la Tierra como el níquel, el hierro y el platino son cerca de 200 cuerpos de este tipo que permanecen en el espacio. Y que podrían ser explotados por las agencias espaciales una vez se hayan logrado todos los avances científicos que lo permitan.
Por el asteroide más grande de este cinturón cuenta con un diámetro de 326 kilómetros conocido como Davida y está avaluado en cerca de 27 quintillones de dólares, tal sería su valor que si la NASA logrará explotarlo y repartir el dinero entre todos los humanos, a cada persona le corresponderían cerca de mil millones de dólares.
Sin embargo, aunque la cifra sea jugosa uno de los principales problemas de que esto se haga realidad son las propias dinámicas del mercado sobre la oferta y la demanda, y es que si a cada persona le corresponde un pedazo de este cuerpo celeste, se perdería el valor del mismo. Esto se debería a que habría demasiada oferta y poca demanda, por lo que en realidad la idea de hacernos millonarios sería coartada.