Primer caso de contrabando de comida en el espacio fue un sandwich de carne

En 1965 la NASA se encontraba explorando las condiciones de vuelo que permitieran por primera vez en la historia llevar a los humanos a la Luna, dentro de todos los proyectos que se realizaron el Proyecto Gemini fue sin lugar a dudas uno de los más relevantes. Al interior de este también se contemplaban varias fases, entres las cuales Gemini III pasaría a la historia, pero no solo por sus avances científicos, sino por un insólito caso de contrabando de comida en el espacio.

Esta misión sería para los expertos una de las más importantes, pues fue la primera de fase del proyecto que contó con tripulación humana en su despegue y por la cual los ingenieros pudieron evaluar las funciones y las condiciones de las naves espaciales que sentarían las bases para perfeccionar sus estructuras. Gemini III fue el preámbulo al proyecto Apolo, el cual se conoce como uno de los mayores logros del ser humano fuera de la órbita terrestre, pues gracias a este el ser humano pudo pisar la luna por primera vez en la historia.

Pero adicional al gran valor científico que aporto la misión de Gemini III, esta misión también sería recordada por registrar el primer caso de contrabando espacial en la historia.

La tripulación a bordo de la nave estuvo conformada por los astronautas John Young y Guss Grissom, quien comandaba la misión. La anécdota sobre el contrabando de comida se derivó, luego de que la agencia espacial dotara de alimentos deshidratados a estos dos pilotos. Los estrictos estándares de seguridad que la NASA ejecuta al interior de sus naves espaciales, son tan rigurosos al punto de que tiene en cuenta aquellos alimentos que pueden desprender migajas y ocasionar daños en los circuitos. Es por eso que siempre dota de alimentos especiales a sus tripulaciones.

Sin embargo, para estos dos astronautas el alimento que les proporcionaron no era el más apetitoso, por lo que a John Young se le ocurrió que contrabandearía una merienda de su referencia. De manera secreta, Young escondió dentro de su traje un sandwich de carne enlatada.

El comandante Grissom relató que “Estaba concentrado en el desempeño de nuestra nave espacial, cuando de repente John me preguntó: ‘¿Le apetece un sándwich de carne en conserva, capitán?’ Si hubiera podido caerme del sofá, lo habría hecho. Efectivamente, estaba sosteniendo un sándwich de carne enlatada real”.

Pero como era de esperarse, el pan comenzó a desmoronarse y sus migajas comenzaron a flotar, por lo que Young tuvo que obligarse a guardar su banquete dentro de sus bolsillos.

Para la NASA esta situación no pasó desapercibida, pues una vez finalizada la misión, hicieron el llamado de atención a los astronautas, asegurando que las migajas pudieron haberse quedado atascadas en los cableados o en el sistema en general y ocasionar fallas.

“Después del vuelo, nuestros superiores en la NASA nos informaron en términos inequívocos que los sándwiches de carne enlatada no aprobados estaban descartados para futuras misiones espaciales”, comentó Grissom años después.