Piden Investigar a personero por remodelar su despacho
Según el Sindicato de empleados de la Personería, el Personero de Bogotá habría intervenido y modificado un bien de interés cultural sin la autorización correspondiente.
Bogotá
El Sindicato de Empleados de la Personería de Bogotá (Sindeperbo) le solicitó a la Procuraduría General de la Nación y a la Contraloría Distrital iniciar una investigación disciplinaria y una fiscal, respectivamente, contra los funcionarios del organismo de control de la Capital, presuntamente responsables de la intervención de la oficina del Despacho del Personero, bien de interés cultural, de tipo arquitectónico, sin contar con el concepto y aprobación del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC).
Según el Sindicato, el despacho del Personero de Bogotá, Julián Enrique Pinilla Malagón, fue modificado a través de un contrato de obra, que tuvo un costo de $18.692.184, entre marzo y abril de 2021, en donde el contrato 005-2021 cuyo objeto fue el “Mantenimiento de la oficina del despacho del Personero de Bogotá D. C.” afectó la integridad de un bien de interés cultural distrital y nacional, pues la oficina fue intervenida sin tener autorización del Instituto, por eso el IDPC pidió a la Secretaría Distrital de Cultura iniciar un procedimiento administrativo sancionatorio contra los posibles responsables del daño urbanístico del inmueble histórico.
Si bien, el concepto técnico del Instituto para realizar algunas reparaciones locativas en el inmueble fue emitido el 13 de septiembre de 2021, es decir, 4 meses y 13 días después de terminar la modificación al despacho del Personero (abril de 2021), este documento no aprobó ninguna intervención en esa área, más aún cuando la Personería nunca informó ni solicito autorización para realizar obras allí.
Caracol Radio Consultó con la Personería de Bogotá. aseguran desde la entidad que el proceso de mantenimiento en la oficina del Personero se hizo cumpliendo todos los protocolos y que se hizo para proteger la estructura que estaba deteriorada, sin embargo, explican que no se necesitaba el permiso del Instituto de Patrimonio Cultural porque no se toco ninguna parte de la fachada o de la estructura principal.