Fuerzas Militares destruyeron las primeras armas traumáticas
Fueron fundidas junto con armas de fuego en Tuta, Boyacá.
Colprensa / Luisa González.
Se trata de 611 armas traumáticas de uso no privativo de la Fuerza Pública, es decir, fusiles y subametralladoras, que entregó una sola empresa: AD Armicazas SAS. Esa empresa había denunciado en Caracol Radio que el decreto que reglamenta el uso de ese armamento nunca fue socializado con los importadores y perdieron más de 500 millones de pesos.
Las Fuerzas Militares señalaron que fueron fundidas en la planta de Tuta, Boyacá, junto con la Siderúrgica Nacional Gerdau Diaco, junto con otras 8.689 armas de fuego, entre pistolas, revólveres, carabinas, ametralladoras, morteros y lanza cohetes.
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El armamento provenía principalmente de las incautaciones realizadas por las Fuerzas Militares a los Grupos Armados Organizados y la delincuencia común.
Cabe resaltar que estas actividades se realizaron en el marco de la iniciativa “Transformando Armas en Esperanza”, que busca, a través de la reutilización del acero, aportar a la construcción de viviendas de interés social en Boyacá.
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“Con el desarrollo de las jornadas de fundición de armas, las Fuerzas Militares garantizan que estos artefactos ilegales no vuelvan a estar involucrados en procesos delictivos que afectan e intimidan a la población civil”, señaló la institución en un comunicado.
En los últimos 4 años se han fundido 164.000 armas, en cumplimiento del Decreto 2535 de 1993, en el cual se instaura el deber legal del Estado de destruir el material decomisado que se encuentre inservible, obsoleto o en desuso y no pueda ser reconvertido o utilizado por la Fuerza Pública.