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Daños en bienes culturales de 10 departamentos

Derribo de estatuas, grafitis en edificaciones y robo de mobiliario y libros durante hechos vandálicos en Colombia.

Estatua de Sebastián de Belalcázar / Colprensa

Símbolos culturales de 10 departamentos fueron afectados por los hechos vandálicos contra estatuas, monumentos y edificaciones relacionadas con la difusión cultural.

El Ministerio de Cultura hizo un balance preliminar de los daños en la infraestructura. Mediante un comunicado recalcó que “Respeta las manifestaciones sociales, pero rechaza categóricamente los actos vandálicos que se han registrado en el país. Por eso, hace un llamado a la construcción de un diálogo nacional que permita poner fin a los hechos violentos” dice la institución.

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El Ministerio de Cultura reportó que varias instalaciones y figuras culturales resultaron dañados como el ataque y robo en las obras de ampliación del Teatro Colón de Bogotá; biblioteca municipal de Dosquebradas, en Risaralda; La estación del ferrocarril de Medellín

En cuanto a las estatuas afectadas figuran la de Gilberto Alzate Avendaño en Manizales, Julio Arboleda de Popayán y la de Peter Manjarrés en Valledupar.

Asimismo, fueron derrumbadas las estatuas de Misael Pastrana y del Fundador de la ciudad, Diego de Ospina y Medinilla, en Neiva. En el departamento de Nariño, más exactamente en Pasto, fue violentada la estatua de Antonio Nariño; la estatua de Bolívar en el municipio de Taminango y el busto Piedra de Bolívar, en el municipio de Cumbal.

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En Risaralda, la biblioteca pública del municipio de Dosquebradas sufrió daños en la fachada y en los vidrios. De igual manera, la biblioteca pública de Pereira, ubicada en el tercer piso del Centro Cultural Lucy Tejada, sufrió daños en la fachada y en los vidrios de las ventanas.

En Bucaramanga fue pintado el monumento conocido como la glorieta del caballo de Simón Bolívar. Finalmente en Cali, un grupo de manifestantes realizó grafitis en la fachada de la biblioteca pública departamental. También, fue incendiado el contenedor del Biblio Mio, sus colecciones, mobiliario y equipos; y derribaron la estatua de Sebastián de Belalcázar.