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“Fue como un horno”: sobreviviente del incendio en CAI de Soacha

El joven detenido entregó su versión de los hechos que dejaron ocho muertos el pasado 4 de septiembre.

“Fue como si se hubiera convertido en un horno”, relato de joven detenido que sobrevivió al incendio en el CAI.

En el juicio disciplinario que adelanta la Procuraduríaa tres policías, el teniente César Martínez, la subteniente Aleida González y el patrullero Jorge Eliécer Suárez, implicados en el incendio del CAI en Soacha el pasado 4 de septiembre de 2020 que dejó ocho personas muertas, entregó su testimonio por primera vez uno de los sobrevivientes, el detenido Carlos Duván García de 21 años.

Cuando la defensa le preguntó que hizo para contener las llamas en la celda donde permanecía recluido, contó: “No pude hacer nada (…) eso fue como si se hubiera convertido en un horno porque el fuego siempre estuvo al frente, pero todos nosotros nos echamos hacia atrás y el calor fue lo que nos quemó”, narró el detenido con voz entrecortada.

Manifestó que no pensó que las llamas alcanzaran tal dimensión, por lo que en un principio tuvo que arrinconarse en la celda para evitar que el fuego lo alcanzara. “Traté de tranquilizarme y respirar hasta donde aguanté. Me volteé al piso y me cubrí la cara”, contó.

Carlos García manifestó que desconoce cómo inició la conflagración en la celda donde permanecía detenido y volvió a señalar al patrullero Jorge Suárez de supuestamente no abrir la reja, pese a la súplica de los detenidos.

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“Le gritamos que nos íbamos a quemar. Y él, cuando estaba en la puerta hacia el lado de la calle con las llaves en la mano, nos dijo pues quémense”, indicó el joven detenido a las partes procesales de la Procuraduría.

Reconoció que días antes, había planes de fuga por parte de algunos internos que fueron frustrados por los uniformados. De hecho, la Policía encontró un teléfono celular y marihuana en las requisas de rutina.

Carlos García dijo que el día del incendio estaban convencidos de que recibirían las visitas de sus familiares y sus encomiendas, por lo que hicieron aseo en la celda, pero que generó un gran malestar al ver que esos beneficios fueron negados.

También contó que la relación con los uniformados era muy mala, en especial, con el comandante de la estación de Policía. “Llegamos a insultarlo. Dejábamos la ropa colgada en las rejas y eso no le gustaba. Nos botaba la ropa. Nos quitaron el privilegio de la estufa”, señaló.

La ciudadana Nidia Bautista, no brindó su testimonio en presencia de medios de comunicación porque denunció intimidaciones por parte de las familias las víctimas. La próxima audiencia en la Procuraduría se reanudará este jueves 18 de septiembre.