Una vida más digital, la nueva realidad que impuso la pandemia
El coronavirus obligó al comercio, la educación, el trabajo y el mundo del espectáculo, dar un salto obligado a la virtualidad. Así ha sido el proceso
La pandemia del coronavirus aceleró el camino hacia la virtualidad. Ante la imposibilidad de acudir presencialmente a lugares que frecuentábamos, las pantallas se convirtieron en el espacio donde encontramos el colegio, la universidad, los conciertos, las compras y el lugar de trabajo.
El año 2020 terminó con gran parte de las actividades de la sociedad volcadas a la virtualidad. Fue común ver como las clases dejaron de estar marcadas por el contacto humano y se avanzó al mundo de las pantallas de manera plena, las sesiones del Congreso, caracterizadas por la presencialidad, dejaron de serlo, y lo remoto se tomó el legislativo. No fue la excepción el mundo del entretenimiento, sector que pasó de los multitudinarios conciertos a los escenarios virtuales.
En el nuevo año el trabajo, la educación, el comercio, la política y el entretenimiento, continuarán desde la virtualidad y consolidando los pasos dados desde marzo hasta la fecha.
El trabajo en casa se convirtió en una práctica común, ante la imposibilidad de acudir de manera presencial al lugar en el que se desarrollaban habitualmente. Ante ese panorama el Gobierno presentó al Congreso, con mensaje de urgencia, un proyecto de ley para establecer reglas claras frente a la nueva realidad.
El proyecto, según explicó el senador Richard Aguilar, busca garantizar la desconexión laboral y dejar claro que el trabajo en casa sólo podrá desarrollarse en casos excepcionales, como el que vivimos actualmente.
"A diferencia del teletrabajo, el trabajo en casa no es una nueva modalidad laboral, es una habilitación que se da por un acuerdo entre el empleador y el empleado, que se da de una manera ocasional, excepcional o por circunstancias extraordinarias, que tiene una temporalidad de tres meses prorrogables por tres meses o se puede mantener siempre y cuando las circunstancias extraordinarias se mantengan y que a diferencia del teletrabajo, no requiere el uso de las tecnologías de la información y comunicaciones, es decir, del internet y de un computador", indicó Aguilar.
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¿Qué cambió? ¿Cómo ha sido el proceso de adaptación de los distintos sectores y qué retos tienen?
El empujón que le dio la pandemia a la educación virtual
Uno de los sectores que más vio afectada su normalidad fue la educación. Tanto docentes como estudiantes, se vieron obligados a modificar sus dinámicas, formas de evaluar y el propio modelo de aprendizaje. Una realidad hacia la que iban caminando las instituciones, pero que se aceleró ante una pandemia que obligó a restringir la presencialidad y las aglomeraciones.
Una situación que tocó de manera estructural a escuelas, colegios e instituciones de educación superior. Alejandro Gaviria, rector de la universidad de los Andes, contó cómo las instituciones tuvieron que emprender procesos de capacitación a los docentes y monitores, y replantear temas como la forma de evaluar a los estudiantes.
"Nosotros en la Universidad de los Andes, por ejemplo, hemos cambiado los métodos de evaluación, al comienzo del año cambiamos las notas cuantitativas y nos fuimos a un sistema de aprobado- reprobado que nos obligó a una reflexión muy interesante sobre cuál es la motivación intrínsica de los estudiantes, incluso los temas de salud mental y carga académica, ha sido una discusión que han tenido todas las instituciones en este año (...) tuvimos que diseñar apoyos socioeconómicos para los estudiantes, sobre todo aquellos estudiantes menos favorecidos. Las universidades tienen unos fondos financieros, unos ahorros que no son muy grandes, tuvimos que desahorrar parte de esa plata y utilizarla para apoyar a muchos de nuestros estudiantes", indicó el Gaviria.
Gaviria además aseguró que el paso a la virtualidad llevó a desarrollar procesos de capacitación de los docentes.
"Nosotros entrenamos cientos de monitores en tecnología y capacitamos más de 600 profesores por allá en el periodo entre semestres (mayo, junio, julio)", agregó Gaviria.
Frente a su experiencia con la virtualidad, Gaviria explicó lo que ha representado para su trabajo diario y cómo cambiaron algunas dinámicas.
“Yo creo que a muchos se nos han confundido los espacios laborales con los espacios domésticos. He trabajado más, termino mi jornada laboral o la he terminado 10 u 11 de la noche. He tenido que hacer si se quiere un doble trabajo, como rector de una universidad, pero también participar en muchos webinar, conferencias virtuales, congresos y seminarios. La virtualidad de alguna manera cortó las distancias y las invitaciones en mi caso crecieron de manera exponencial".
Señaló que uno de los retos que tendrá el sistema educativo es innovar en la virtualidad. " Cómo la educación remota convertirla no simplemente en la clase magistral que se dicta en una pantalla de computador si no algo que sea distinto, que los temas de docencia se transformen a esta nueva realidad".
Ante la caída de los ingresos en las familias, muchas personas han tenido dificultades para enviar a sus hijos a las universidades y en medio de ese escenario, según Gaviria, uno de los papeles de las instituciones educativas debe ser el de apoyar a los estudiantes.
Según Gaviria, así la pandemia en el primer semestre del presente del 2021 de un espacio para regresar a las universidades, " la virtualidad en todo caso va a ser parte de la vida universitaria, no plena. Yo creo que hemos aprendido también a valorar la presencialidad, pero la educación superior hoy, mañana y por siempre, va a tener la virtualidad como una de sus herramientas importantes".
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El impulsó que le dio la virtualidad al comercio electrónico
Durante la pandemia, según estimaciones del Gobierno, el comercio electrónico aumentó en el país. De acuerdo a lo manifestado por el ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, la intención es seguir impulsando cambios en la regulación que permitan avanzar a pasos más rápidos en esta materia, incluso en el mes de noviembre fue expedido el CONPES de comercio electrónico.
"El comercio electrónico solamente entre enero y julio del 2020, comparado contra el año pasado en Colombia, crece más de un 56% y ahí se beneficiaron las grandes superficies, los servicios domiciliarios, productos de moda, de hogar, de multinivel", indicó el ministro.
El funcionario explicó que: "Lo que viene de aquí en adelante es seguir fortaleciendo especialmente a la micro y pequeña empresa de nuestro país para que se meta más activamente dentro de esas estrategias de comercio electrónico".
El ministro confirmó que durante el 2021 habrá tres jornadas de día sin IVA en el país, fechas que aún están por definir por la DIAN.
El año en el que el Congreso, por primera vez, se instaló y aprobó leyes virtualmente
El Congreso este año por primera vez en su historia dejó ser el escenario de debate de proyectos de ley o de control político en sus instalaciones. Los salones de las diferentes comisiones o plenarias estuvieron vacías por varios meses y el punto de encuentro fue las plataformas digitales.
Se aprobó en el 2020, desde la virtualidad, temas como la reforma al Código Electoral, la Ley que facilita el acceso a la vacuna contra el COVID-19, la reforma a la Ley del Turismo, la Cadena Perpetua para abusadores de menores, entre otras iniciativas.
Mientras que el Senado implementó la plataforma ZOOM para adelantar sus sesiones, la Cámara lo hizo a través de G-SUITE. Ambas corporaciones emplearon el sistema de virtualidad, pero después de un tiempo empezaron a sesionar de forma mixta, es decir, unos congresistas en el recinto y otros de manera remota.
Dada la situación del COVID-19, todo parece indicar que la imagen de congresistas y visitantes caminando por los pasillos del legislativo, no está cerca. El propio presidente de la Cámara de Representantes, Germán Blanco, aseguró que todo parece indicar que las sesiones virtuales continuarán, “prevemos que este primer semestre va a ser también semipresencial, que no nos acercamos muy rápido a la presencialidad, pero que tenemos las herramientas tecnológicas para responder".
El presidente de esa corporación reconoció que ni el país, ni el Congreso estaban preparados para el cambio que implicaba trabajar desde la virtualidad. Sin embargo, señaló que hubo un rápido proceso de adaptación.
"Los parlamentarios tampoco teníamos por costumbre el manejo tecnológico con la exactitud que obliga la virtualidad, obviamente manejamos nuestras redes, tenemos equipos de trabajo, pero equilibrar e igualar, como nos correspondió, obligaba que todos nos colocáramos a la par, que tuviéramos mucha voluntad y que manejáramos las herramientas y se termina haciendo en muy corto plazo".
Frente a agenda del Congreso para el primer semestre del 2021, Germán Blanco aseguró que uno de los temas que concentrará la atención de esa corporación es la reforma a la Salud, reforma a la justicia y, eventualmente, una reforma tributaria. "Son reformas estructurales que el país está necesitando hace mucho rato".
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"Cantar virtualmente es jugar al cantante, es jugar a que hay público": Willy García
Las salas de cine en el país tuvieron que cerrar sus puertas, muchos conciertos fueron suspendidos e incluso cancelados durante el 2020. Se pasó de la multitud en un estadio o coliseo, a los espectáculos virtuales.
"Al son que nos toquen bailamos", esa fue una de las frases que salió de la voz de Willy García, un artista que pasó por el Grupo Niche, arquitecto de la orquesta Son de Cali y hoy solista, al referirse a los retos que impone la nueva normalidad para los artistas de Colombia y el mundo.
"Cantar virtualmente es jugar al cantante, es jugar a que hay público. Hacerlo como cuando de niño cogía una cuchara o un cucharón, un palito, y me ponía a cantar y cerraba los ojos y me imaginaba que tenía un público inmenso aplaudiendo lo que yo hacía. Hoy toca casi que lo mismo, imaginar que la gente lo está disfrutando, es la forma como uno puede conectarse.
Y agrego que: "Cuando es virtual y en directo, por lo menos ves que la gente se conecta, cuando es virtual, pero lo transmiten en diferido, pues la reacción uno no alcanza a captarla ni entender qué pensó la gente, si le llamó la atención o no, pero hay que apostarle mentalmente que todo está bien. La diferencia es abismal porque no hay como lo presencial (...) Esto es lo que tenemos y a esto es a lo que tenemos que apostarle hasta que tengamos la normalidad", indicó Willy García.