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Negociaciones posbrexit se definirán este domingo

Los equipos negociadores de la Unión Europea y el Reino Unido tienen cuatro días para llegar a un acuerdo sobre las relaciones posbrexit.

El primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, decidieron este miércoles darse hasta el domingo para decidir la suerte de las negociaciones posbrexit, ya que las posiciones siguen "muy alejadas".

Los dos funcionarios conversaron durante tres horas en la capital belga, y ese diálogo les permitió "entender las posiciones" de cada parte, pero tuvieron que admitir que "continúan muy alejadas".

Por ello, Johnson y Von der Leyen decidieron convocar a sus equipos negociadores a "reunirse inmediatamente para tratar de resolver esas cuestiones. Adoptaremos una decisión al término del fin de semana".

Una fuente europea dijo a AFP que los contactos entre los equipos negociadores serían reiniciados ya en la mañana del jueves.

Una fuente del gobierno británico, en tanto, señaló que Johnson y Von der Leyen "acordaron proseguir las conversaciones en los próximos días entre sus equipos de negociación".

Persisten "grandes diferencias" entre las posiciones de Londres y Bruselas y "sigue sin estar claro si pueden superarse" pero Johnson "no quiere dejar sin explorar la más mínima vía hacia un acuerdo", señaló la fuente.

Después de ocho meses de negociaciones, el camino a un acuerdo está encallado en tres cuestiones (derechos pesqueros, normas de competencia y el futuro mecanismo de solución de controversias), y por ello Johnson viajó a Bruselas para tratar de desbloquear la situación.

Johnson y Von der Leyen habían mantenido conversaciones telefónicas el sábado y el lunes, y en ambas ocasiones admitieron que no estaban reunidas las condiciones para un acuerdo.

Poco antes de viajar a Bruselas, el primer ministro británico había dicho que "un buen acuerdo todavía es posible", aunque reafirmó que no le tiene miedo a una ruptura brutal a final de año, pese a que sus consecuencias serían más duras para la economía británica que para las de los 27.

"Con acuerdo o sin él, no tengo ninguna duda de que este país prosperará con fuerza", aseguró ante el parlamento británico.