Policía se niega a entregar pruebas de policías que dispararon en protestas
Una Carta de la Procuraduría revela que también hay evidencia que se perdió.
El procurador delegado para la Fuerza Pública y la policía Judicial, Hernán Rincón le envió una carta al ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, en la cual pide intermediación para que la Policía entregue los reportes de los uniformados que hayan rendido la explicación por los disparos que hicieron en medio de las protestas del 9 y 10 de septiembre.
Señala el documento que el ministerio Público ha realizado dos requerimientos y la Policía se ha rehusado a entregar la información requerida, además de otras pruebas para el proceso disciplinario que se adelanta por estos hechos.
En síntesis, la Dirección General de la Policía Nacional no ha remitido a esta Procuraduría Delegada las “copias de los informes que hayan rendido ya los uniformados explicando las circunstancias en que debieron utilizar sus armas y las municiones” (numeral 1); ni las “Copias de los informes presentados por los miembros de la Policía Nacional en los que se haya documentado el hurto y/o afectación de bienes y/o instalaciones policiales y/o funcionarios lesionados” (2); ni las “Copias de los informes que hayan rendido los funcionarios de la Policía Nacional que conocieron hechos en los que resultaron lesionados y/o muertos personas civiles durante los días 9 y 10 de septiembre de 2020” y los informes concernientes a esos hechos (3); ni los informes sobre “particulares y/o personal de la institución en traje de civil pudieron intervenir en desarrollo de los disturbios utilizando armas de fuego, identificarlos y conocer la unidad policial a la que pertenecen y el servicio que cumplían” Explica la carta.
En otro aparte de la misiva, indica que el Teniente Coronel Virgilio Armando Forero Sotelo, Jefe del Centro Automático de Despacho MEBOG, se limitó a darle tratamiento estricto de “derecho de petición” a dicho requerimiento, solicitar precisión de fechas y horas y anticipar la justificación a una eventual pérdida de las grabaciones de las cámaras de vigilancia.