¿Cómo cambiará el uso de gafas y dispositivos visuales tras la pandemia?

La relación de las gafas y el tapabocas parece ser bastante complicada en medio de la pandemia. Los usuarios de estos dispositivos de corrección visual batallan a diario para hacer más cómodo el uso de ambos objetos al tiempo, pues las gafas se empañan o hay sudoración excesiva que dificulta su uso.

Según una encuesta realizada a usuarios de gafas, el 76 % afirmó que el uso de gafas y tapabocas es potencialmente incómodo. Pero, ¿qué hacer ante un panorama que plantea que tendremos que usar tapabocas por un largo tiempo?

Nicole Parra, optómetra de Lentesplus.com, dijo que la mayoría de las nuevas consultas que han tenido en este tiempo han sido por usuarios que quieren probar los lentes de contacto, ante la molestia que genera usar gafas y tapabocas al mismo tiempo.

Según ella, de cada 10 personas que consultan, 7 u 8 están interesadas en hacer ese cambio a raíz de la pandemia y el uso obligatorio de tapabocas.

Así, al menos el 80 % de los usuarios están intentando migrar hacia otros dispositivos visuales. Según Parra, esta es incluso una opción más segura, pues “ahorita las personas salen o conducen, y con el tapabocas puesto se nubla muchísimo la visión y eso puede generar algún accidente en la vida laboral, en las actividades del diario vivir”, afirmó.

Además, el empañamiento de este objeto en la calle hace que las personas toquen las gafas y el tapabocas muchas veces con las manos sucias. Incluso, se quitan y ponen las gafas en repetidas ocasiones, poniendo en contacto este objeto con otras superficies contaminadas.

“Como tú tienes que tener sí o sí puesto tu tapabocas por el tema de bioseguridad, los lentes lo que te pueden dar es una mayor seguridad y una calidad de visión mucho mejor que de pronto con las gafas”, afirmó.

En general, todas las personas pueden ser aptas para usar lentes de contacto, pero es necesario hacer una consulta con el profesional de salud para hacer los estudios correspondientes y proceder a la adaptación con este elemento.

“Va a haber uno que otro caso específico que puede que no sean candidatos a lentes, ya sea porque tengan algo de base que lo contraindique, como puede ser una patología ocular, puede ser que hayan tenido una cirugía previa o que tenga alguna condición específica en el ojo que no permita que el lente de contacto se adapte de manera ideal”, explicó la optómetra.

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Según ella, la pandemia también puede llevar a aumentar el porcentaje de personas interesadas en aplicar a cirugías de corrección visual. Para quienes consideran esta opción, es importante tener más de 21 años, edad desde la cual suele detenerse la fórmula de visión.

Además, se debe cumplir con el requisito de tener una fórmula estable por lo menos por 2 años para que la cirugía cumpla su objetivo y no haya un deterioro visual tiempo después de someterse a ella.

Si esta es la opción considerada para terminar con la incomodidad de las gafas y el tapabocas, es importante consultar al médico que determine si ya se es apto, además de cuál será el tipo de cirugía más apropiada para la fórmula y las condiciones del paciente.

Existen cirugías que moldean la córnea, que no sería apta para pacientes con fórmulas muy altas, o también otras en la que se implanta un lente intraocular.

Parra explicó que quienes tienen mitos frente al uso de los lentes de contacto o se sienten temerosos a utilizarlos, deben recurrir a acomodar el tapabocas ajustado en el tabique para que no pueda subir el vapor hasta las gafas.

También afirmó que existen lentes antirreflejo que vienen con un lente antiempañante y que permiten que las gafas se desempañen solas sin tener que retirarlas o limpiarlas.

“Hay unas indicaciones que son un poco más caseras, como utilizar jabón de loza para lavar las gafas y eso genera una especie de resistencia”. Sin embargo, esto es más riesgoso, pues puede rayar los lentes de las gafas e ir deteriorando los lentes antireflejo o la protección transition.