Pareja valluna varada en Tailandia por pandemia vive de cuidar a 400 perros
Lina Ruiz y Andrés Álvarez le contaron a Caracol Radio qué hicieron luego de que la Embajada de Colombia en Tailandia les retirara el apoyo económico.
Lina Marcela Ruiz y Andrés Felipe Álvarez, conocidos por ser la pareja que hace seis años se dedicó a viajar por el mundo luego de haber renunciado a sus trabajos, se encontraban en Tailandia cuando el coronavirus fue catalogado como pandemia.
El plan inicial de los esposos, quienes viven de su blog (‘Renunciamos y viajamos), en donde promueven el turismo por distintos países, era recorrer ese país hasta el mes de mayo y luego volar a Canadá y a México.
“Cuando se empezó a hablar del virus en diciembre estábamos en Vietnam y aunque estábamos cerca de China no pensamos que fuera tan grave; hacíamos parte de los que creían que era una ‘gripita’ y una exageración mediática. Para nosotros los chinos estaban exagerando con las medidas porque son comunistas, pero al ver lo que estaba pasando en Europa nos dimos cuenta de lo serio que era”, comenta Álvarez.
Para cuando se declaró la pandemia, la pareja ya estaba en Sukhothai (Tailandia) y al ver la información sobre la expansión del virus y el inevitable cierre de fronteras decidieron trasladarse a Chiang Mai, una de las ciudades más baratas de ese país.
“En ese momento, subimos un video a Youtube pidiendo que se cerraran los aeropuertos en Colombia por la gravedad de la situación, así esto implicara quedarnos por fuera…. No pensamos que esto se fuera a alargar tanto”, cuenta Álvarez.
Los ingresos económicos de la pareja empezaron a disminuir rápidamente. “Nosotros vivimos de nuestro blog y de las comunicaciones sobre el turismo. Entonces, cuando todo empezó las empresas cerraron y la gente dejó de leer sobre viajes”, recuerda Álvarez.
Ante esto, y como lo dice la pareja, hicieron lo que hizo la mayoría de gente varada por el virus: recurrir a ayudas de familiares y gastar todos los ahorros. En su caso, sus seguidores los apoyaron mediante la compra en línea de su libro ‘Renunciar y viajar, el trabajo donde brilla el sol’. Para ellos, la venta de cada libro ha representado poder pagar una noche de hospedaje en el país asiático o alimentarse un día más.
Aunque habían encontrado una relativa tranquilidad en medio del encierro en una habitación de hotel de la que solo salían para comprar comida, luego de mes y medio el lugar cerró y tuvieron que irse.
“Ya no teníamos plata, estábamos comiendo solo dos veces al día y tuvimos que empezar a movernos. Ahí apareció la Embajada de Colombia en Tailandia y nos enviaron a un hotel con otros cinco colombianos, en el que estuvimos un tiempo con los dineros del Fondo Especial de Migraciones, designado por la Cancillería para ayudar a las personas varadas que no contaban con alojamiento o alimentación”, cuenta Ruiz.
Tras unos días, la pareja recibió una mala noticia: la embajada ya no tenía recursos y debían valerse por sí mismos, así que decidieron tocar las puertas de los tailandeses y recibieron una respuesta positiva en un refugio en el que viven 400 perros.
Allí, les dieron hospedaje (la alimentación la deben asumir ellos) a cambio de ayudar en todos los requerimientos del refugio.
“Hay 400 perros rescatados de las calles y de maltratos. Como soy periodista, tenemos experiencia como fotógrafos y videógrafos, y en comunicaciones, así que le presentamos al refugio un plan de mejoramiento de sus canales de comunicación para poder aumentar la cantidad de adopciones”, dice Álvarez.
Este plan incluye la mejora de la página web del refugio, tomarles fotos ‘lindas’ a los animales para que sean adoptados y mejorar los canales de donación. Además, llevan a los perros al veterinario y los cuidan.
“Estamos muy contentos, salimos de las cuatro paredes del hotel para poder trabajar consintiendo perros, abriendo jaulas o recibiendo amor. Eso ha sido un bálsamo; nos dicen que nos podemos quedar el tiempo que necesitamos”, cuenta Ruiz.
Por el momento, la pareja planea estar en Tailandia, por lo menos, dos meses más.
Ante la situación, dicen que esta crisis trae una reflexión de fondo sobre las cerca de 500 mil personas que siguen varadas en todo el mundo:
“Nosotros estamos acostumbrados a movernos (han visitado 45 países y 500 ciudades), pero muchas personas están en una situación en la que no conocen el idioma y se están enfrentando a la discriminación desatada contra los extranjeros, pues se dice que fueron quienes propagaron el virus. ¿Qué pasa con esas personas que no pudieron pagar un vuelo humanitario costoso? La Cancillería solo se ha enfocado en decir cuántos colombianos han llevado a Colombia y de dónde vienen los vuelos y los varados siguen cada vez más con menos recursos para vivir”, concluye Álvarez.