Rosas blancas y la voz de Kesha por las mujeres en el Grammy
Artistas y nominados a los Grammy se solidarizaron con el movimiento Time's up y alzaron su voz de protesta.
Decenas de invitados y artistas nominados a los Grammy llevaron rosas blancas el domingo en solidaridad con el movimiento Time's Up, en una temporada de premios en la que cada gala ha abordado el tema de la violencia sexual en la industria del espectáculo.
“Mi mensaje sobre esto es que cada uno trate al otro como le gustaría que lo traten”, dijo Reba McEntire, galardonada con el premio al mejor álbum de roots gospel. “Es la regla de oro”.
La cantautora Ledisi, quien tenía tres nominaciones y se presentó en la Marcha de las Mujeres en Las Vegas el fin de semana pasado, señaló que “es importante que nosotras denunciemos esta locura”.
Este mes en los Globos de Oro muchas estrellas vistieron de negro y llevaron prendedores de Time's Up en apoyo al movimiento. Fueron menos los que llevaron rosas blancas en la alfombra roja de los Grammy, pero aun así se respiró un aire serio y sobrio.
“Acabo de decirle a alguien que es tan común que la mayoría de las veces las mujeres ni siquiera saben que están siendo acosadas”, dijo Andra Day, nominada a dos Grammy en la categoría de R&B.
“Así que creo que hablar al respecto y cambiar el discurso sobre cómo debemos ser tratadas, particularmente en este en este negocio pero también en todas las industrias, es importante. Es emocionante. Estamos en un precipicio ahora”.
Los escándalos por violencia sexual que han afectado la política, los medios de comunicación y a Hollywood no han sacudido hasta ahora a la industria musical. El empresario disquero Russell Simmons es quizá el nombre más importante en ser acusado de conducta sexual inapropiada. El ex director del sello Epic, L.A. Reid, también ha enfrentado acusaciones.
Dentro del auditorio, los discursos de agradecimiento evitaron ampliamente el tema hasta que la gala llegó a la mitad y Janelle Monae pidió ambientes de trabajo más seguros y salarios equitativos para las mujeres.
"Venimos en paz pero hablamos en serio”, dijo. “Para aquellos que se atreven a tratar de silenciarnos, les ofrecemos estas palabras: Se acabó el tiempo”. Y agregó: “No solo sucede en Hollywood. No solo sucede en Washington. Está pasando justo aquí en nuestra industria también”.
Tras esto Monae presentó una conmovedora interpretación de Kesha, quien cantó “Praying” acompañada por Cyndi Lauper, Camila Cabello, Julia Michaels, Day y un coro. Todas iban vestidas de blanco. Kesha ha estado en guerra con su ex mentor y productor Dr. Luke, quien la cantante afirma que la drogó y violó. Él niega las acusaciones. Al final de la interpretación las mujeres abrazaron a Kesha.
La compositora Diane Warren predijo que eventualmente el debate llegará a la industria musical. “Pasará”, afirmó. “Cien por ciento. Es lo peor”.
Warren se saltó la rosa blanca en la alfombra roja, pero llevó guantes blancos, uno con la palabra “girl" (chica) y otro con la palabra "power" (poder).
“No quería usar la rosa, soy una rebelde”, djio la también rockera.
El movimento Time's Up proporciona ayuda legal y financiera a mujeres que han presentado denuncias por violencia sexual. Mientras mujeres de todo tipo de género musical _ desde el country hasta el rock y el rap _ se pronunciaron a favor del movimiento, muchos hombres también se pusieron el prendedor.
Dan Reynolds, vocalista de la banda Imagine Dragons, dijo que sus tres hijas quieren ser artistas y que usó el broche en su honor.
“Quiero una industria diferente a la de ahora para ellas”, dijo al tiempo que agregó que vio cómo su esposa sufría abusos en la industria musical.
"Es momento de hablar de esto, confrontarlo y cambiar ese panorama. Todo lo que puedo esperar es que como papá, para mis hijas el panorama sea diferente”, agregó.
La rosa blanca fue elegida en parte porque se podía agregar rápidamente a los atuendos de los invitados, pero también porque el color ha estado asociado con el movimiento sufragista de las mujeres.
Hombres como Justin Paul, quien junto a Benj Pasek ganó un Grammy por el álbum de la obra de teatro musical "Dear Evan Hansen", llevaron un prendedor en apoyo a "todas las mujeres valientes y hombres que se han pronunciado”.
Allen Hughes, el director de "The Defiant Ones", llegó a los Grammy con dos rosas pequeñas en la solapa.
"Soy un feminista", explicó.