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Con multitudinaria manifestación la población de Oslo celebró Premio Nobel de Paz

Alrededor de 500 personas marcharon con antorchas con arengas por la paz de Colombia.

Sobre las 6:00 de la tarde hora local, habitantes de Noruega salieron a las calles, para celebrar el Premio Nobel de Paz entregado al presidente Juan Manuel Santos, y para mostrar su respaldo al fin del conflicto colombiano. 

“Juntos por la paz en Colombia”, resaltaba una de las carteleras, que en medio de las banderas de Colombia que contrastaban con las blancas, que resaltaban en medio de los matices de rojo y amarillo de las llamas de las antorchas que llenaron la plaza que se ubica entre el Parlamento y el Grand Hotel. 

Hacia las 7:00 de la noche la manifestación llegó a este punto, donde se unieron para esperar la aparición del Nobel colombiano. 

Los 2 grados centígrados de temperatura no fueron impedimento para que salieran a esta manifestación. 

Isabel Blanco, residente en Oslo, confía en que el Nobel ayudará a cambiar la imagen del país, dijo sobre el nobel que “es bonito ver que recibe un premio así y que el país puede cambiar”. 

Flor María, de Antioquia y quien vive hace 15 años en Noruega, lamenta que “las únicas palabras que se escuchan en el exterior es marihuana, cocaína, guerrilla, es muy triste para nosotros que nos discriminen de esa forma”, pero confía en que este reconocimiento “nos dará más calma, más tranquilidad y que de verdad se logrará la paz y se acabará la discriminación”. 

Andrés es víctima del conflicto, se desplazó hacia Noruega y vive con su familia, le dice a sus connacionales que “es momento de creer que se puede vivir en paz en Colombia, hay que tener fe y ser positivos”. 

Julián tiene más de 70 años, ha visto el nacimiento y la esperanza del fin de la guerra y dice que este nobel “es el inicio de ese gran proceso que debe culminar en el fin del conflicto”. 

María Helena vive en Bogotá, estaba en Madrid y llegó a la vivir este momento histórico para Colombia, y asegura que “la multitud de Oslo y de noruegos que salió a aplaudir el proceso de paz demuestra que no hay motivo para seguir en la guerra”. 

El premio nobel Santos salió al balcón del Grand Hotel, saludó a la multitud visiblemente emocionado, lo acompañó en seguida su esposa María Clemencia Rodríguez y sus 3 hijos, agradeció y tomó las manos de su familia como un símbolo de la reconciliación que necesita el país.