​2014, la “inteligencia” de los hackers
Aunque el hacker inicialmente negó los cargos, después de un intento de asesinato en La Picota, pidió protección.

La revelación de la Revista Semana sobre la existencia de la sala Andrómeda, una oficina fachada que inteligencia del Ejército tenía en el sector de Galerías, dejó al descubierto una feria de compra y venta de información clasificada al mejor postor
Uno de los beneficiarios de este mercado de filtraciones fue Andrés Sepúlveda, experto en guerra negra en las redes sociales y quien haría parte de una red para chuzar a los negociadores del proceso de paz
Pocas horas después de sus detención se supo que trabajaba para la campaña presidencial del candidato del uribismo, Óscar Iván Zuluaga, quien inicialmente dijo no haber tenido relación con Sepúlveda, versión que tuvo que rectificar luego de que se publicara un video donde hacker y político conversan sobre uso que le deben dar a información de inteligencia. Aunque el hacker inicialmente negó los cargos, después de un intento de asesinato en la cárcel La Picota, pidió protección y se convirtió en testigo de la Fiscalía
A este proceso también fue vinculado el ciudadano ecuatoriano, Daniel Bajaña, de quien se dice es el verdadero cerebro de las chuzadas y quien asegura haber trabajado para la sala Andrómeda
Otro nombre vinculado al escándalo de los hacker es el de Carlos Escobar, quien trabajó con Sepúlveda e hizo parte de ataques en las redes contra políticos y personajes de la vida nacional, algunos de los cuales terminaron contratándolo para que les manejara sus cuentas en las redes sociales a cambio de poner fin al acoso cibernético.