Telescopio en el Levante: el califato de Ibrahim
Una mirada al establecimiento del califato de Ibrahim en Irak y Siria.

Hace unas semanas tras conquistar en pocos días amplios territorios en el norte de Irak, incluyendo Mosul, la segunda ciudad del país, ISIS, Estado Islámico de Irak y Siria -en inglés- declaró el establecimiento del califato y su líder Abu Bakr al-Baghdadi se auto proclamó califa con el nombre de Ibrahim
El califato fue por años el modelo político y social del Islam que tras su aparición en el siglo VII en la península arábica, se expandió rápidamente a Mesopotamia, norte de África y posteriormente a Asia. De la misma manera que Europa creó El Estado-Nación muchos años después como su sistema político y social, los árabes crearon el califato, con el califa a la cabeza, autoridad religiosa y política
Los primeros califatos: el de Damasco -dinastía Umayad - y Bagdad -dinastía Abassid- , fueron crisoles de desarrollo, cultura, ciencia, astronomía, matemáticas, arquitectura y literatura en momentos que Europa se hundía en el oscurantismo de la Edad Media. Posteriormente grandes imperios musulmanes surgirían hacia el siglo XV en Asía, comenzando por el imperio timurí y siguiendo con el Mogol en la India, el Safavid en Irán y el Otomano en Medio Oriente y el Magreb. Finalmente la institución del califato desaparece después de la Primera Guerra Mundial cuando es abolido por Mustafá Kemal, fundador de la república turca cuyos predecesores, los otomanos, habían heredado esa venerable institución. Desde entonces los llamados a “reconstruir el califato” se han constituido en el “caballito de batalla” de organizaciones radicales sunitas, comenzando por Al Qaeda. Con la proclamación del “Califato de Ibrahim”, ISIS cumple su objetivo de destruir los Estados-Nación en el Levante, ese modelo político europeo, forzado en varias partes del planeta con nefastos resultados. Máxime cuando las fronteras de esos Estados fueron dibujadas por geógrafos en las cancillerías europeas con base en los intereses de las colonias. En Medio Oriente se crearon Estados sin nación, Irak quizás el más elocuente ejemplo, por su conflictiva composición étnica-religiosa: kurdos, sunitas y shiitas. La invasión americana a Irak, una absoluta calamidad estratégica para Washington, aceleró el proceso de descomposición del Estado iraquí y dio impulso a las ideologías mesiánicas de los radicales sunitas de eliminar la herencia colonial del Estado-Nación y sobre sus ruinas reconstruir el Califato, tendencia que se vio reforzada sustancialmente con el posterior colapso del Estado en Siria tras las revueltas de la primavera árabe. ISIS, una evolución de Al Qaeda en Irak, es un ejército altamente motivado, cuenta con unos 20.000 combatientes muchos de ellos voluntarios extranjeros provenientes de los confines del planeta incluso de occidente y se ha convertido en el principal protagonista de la guerra en Siria, tal como lo había sido en el Irak invadido. El Califato de Ibrahim que comprende grandes extensiones de territorio en Siria e Irak, de hecho borrando la frontera entre ambos países, ha sembrado profundas raíces en las comunidades sunitas hoy bajo su control, que sentían que los gobiernos de Damasco y Bagdad no los representaban. Los ataques aéreos americanos de los últimos días a posiciones de ISIS tienen como objetivo principal salvar de estos militantes islamistas al Kurdistán Iraquí, una región autónoma desde la primera guerra del golfo, 1991, pro americana, tolerante, progresista y con grandes recursos energéticos. El Califato de Ibrahim es un hecho consumado, por ahora. Allí se aplica una versión extrema de la Sharia -ley islámica- además de una persecución sin cuartel a las minorías religiosas comenzado por los musulmanes shiitas, considerados herejes para los radicales sunitas. En Mosul decenas de mezquitas shiitas han sido destruidas, cristianos y otros miembros de otros credos como los yasidis, han tenido que huir por sus vidas, las mujeres obligadas al código de vestimenta y restricciones similares al que impusieron los Talibán en Afganistán, mujeres “adúlteras” han sido lapidadas, amputaciones y decapitaciones son castigos de rigor, homosexuales son crucificados y mujeres de minorías son convertidas en esclavas sexuales. La irrupción del Califato de Ibrahim ha unificado los intereses de Estados Unidos, Irán, Rusia, Turquía y los países árabes frente a un formidable enemigo común. ¿Hasta dónde llegará esta alianza y podrá detener el rápido avance de ISIS por los desiertos y tierras del Levante?



