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EE.UU., al borde de parálisis fiscal por enfrentamientos entre partidos

El gobierno federal podría quedarse sin fondos para sus funciones a causa de las divisiones entre demócratas y republicanos.

EE.UU., al borde de parálisis fiscal por enfrentamientos entre partidos

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A la media noche de este lunes, el Gobierno de los Estados Unidos podría quedarse sin dinero para financiar algunas de sus funciones. Por ejemplo, el sueldo de cientos de empleados federales, el funcionamiento de parques, la recolección de basuras en ciudades como Washington, los beneficios para algunos militares, etc

¿Por qué?Porque la ley en EE.UU. determina que es el Congreso, no la Casa Blanca, quien determina cuánto dinero puede gastar el Gobierno Federal durante un año fiscal, que termina el 30 de septiembre y arranca el 1 de octubre. En este momento las fuerzas en el Congreso están divididas, porque en el Senado hay mayoría demócrata; y en la Cámara de Representantes mayoría republicana. Para que se apruebe el presupuesto del Gobierno Federal, se necesita que ambos bandos lleguen a un acuerdo, pero hoy las diferencias sobre el manejo de la economía son históricamente disímiles

Se juntan dos factores: la defensa ultranza de filosofías económicas distantes, y un juego de intereses políticos con miras a las elecciones parlamentarias del próximo año, en donde se podrían redistribuir las curules en el Congreso

¿Es la primera vez que el Gobierno está a punto de quedarse sin fondos?No. De hecho ya sucedió hace 16 años, durante la administración del presidente Bill Clinton. En aquella época, la Cámara de Representantes, liderada por un conservador radical en términos fiscales, Newt Gingrich, impidió la negociación de un presupuesto y el Gobierno estuvo paralizado por 28 días en diciembre de 1995. El último antecedente sobre crisis en estas negociaciones es reciente, pues en el 2011 el Gobierno estuvo a punto de quedar paralizado por los mismos embates entre demócratas y republicanos

¿Cuál es el mello del asunto hoy?La Reforma a la Salud del presidente Barack Obama. Esta fue aprobada en el 2010, cuando su partido – el demócrata - tenía mayoría de curules en ambas cámaras del Congreso. Desde entonces, los republicanos han hecho 42 intentos por derogarla, y hoy continúan su cruzada con una condición clara: para aceptar una negociación sobre el presupuesto para el Gobierno Federal y evitar su cierre, los demócratas tienen que posponer por un año la entrada en vigor de las principales disposiciones de la Reforma. Se trata de las leyes que exigen a cada uno de los ciudadanos estadounidenses tener un seguro de salud, o de lo contrario enfrentarse a sanciones económicas

Es importante saber que la Reforma a la Salud no está directamente relacionada con el gasto del Gobierno Federal. Sucede que en esta ocasión se está utilizando como caballo de batalla para una negociación política de fondo, que incluye – como se mencionó ya – la búsqueda de réditos electorales y la concesión de medidas sobre el manejo que el Presidente Obama ha dado a la economía

Resumen de la ReformaLa Reforma a la Salud (también conocida en EE.UU. como el Obamacare), si bien es el intento más ambicioso de la historia del país por incrementar la cobertura en salud, es vista por los conservadores como una amenaza para la economía porque el estado interviene demasiado el sector privado; y por los demócratas como una bendición porque dará acceso a servicios de salud a más de 40 millones de personas que no lo tienen hoy, además de tratamientos médicos que son complejos de obtener por personas de los estratos más bajos y con enfermedades más delicadas

¿Qué sucede hoy?El Senado se reúne a la 1:00 p.m., 10 horas antes de que se cumpla el plazo para llegar a un acuerdo. Allí los demócratas, como ya anunciaron, rechazarán una propuesta de los republicanos para aprobar el presupuesto del Gobierno incluyendo el retraso de la entrada en vigor de la Reforma a la Salud

Al mismo tiempo, los demócratas elaborarán su propio plan de presupuesto, y lo enviarán a la Cámara de Representantes para que los republicanos evalúen la propuesta. Este tire y afloje continuará hasta la media noche, cuando pueden suceder dos cosas: el Gobierno se queda sin fondos para algunas de sus funciones; o se llega a un acuerdo temporal. La segunda opción es muy peligrosa, porque el próximo 15 de octubre se vence un nuevo plazo: el aumento del límite de la deuda del Gobierno, que también depende del Congreso. Si la discusión llega el 15 de octubre en las mismas condiciones en que está hoy, temblará la economía mundial porque EE.UU. podría comenzar a incumplir con el pago de sus deudas.

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