Santa Fe y Millos, Ay Dios mío!
Santa Fe y Millonarios pasan por un momento complicado, están en el filo de la navaja de la tabla, son descompensados, necesitan mejorar mucho si quieren clasificar y sobre todo arreglar algunas cosas internas que los pueden enterrar. Sobre todo los azules que podrían sumar su quinta eliminación consecutiva
Volvemos a tener en Bogotá dos equipos que no generan esperanzas de titulo. Son dos equipos desequilibrados, Santa Fe tiene ataque pero no defensa, Millonarios tiene defensa pero no ataque, aunque lo mejor de los dos es apenas de mediano rendimiento comparado con los demás. Son equipos regulares tirando a malos que aunque están octavo y noveno hoy en la tabla, tienen comprometida su presencia en los cuadrangulares finales. El rendimiento actual de los dos es muy pobre: Si medimos los 6 últimos partidos de cada uno Santa Fe ha obtenido 7 de 18 puntos, el 38% y Millonarios ha ganado 6 de 18, el 33%. No parece claro que con esa producción puedan conseguir los puntos necesarios para estar en los cuadrangulares finales. Santa Fe tendría que ganar 9 de 15, el 60% de los puntos restantes para sumar 26 y poder estar en la final. Millonarios requiere 10 de 15, el 66% para lograr el objetivo. La diferencia entre el nivel que tienen y lo que necesitan es muy grande. Para ello tendrían que mostrar un progreso notable en su rendimiento. Santa Fe debe mejorar urgente su recuperación en el medio, Javier Arizala aprender a marcar y a centrar, los zagueros a repartir mejor los espacios y ser mas ganadores en la individual, Juan Carlos Quintero debe afianzarse como volante recuperador, Omar Pérez tener más continuidad porque el equipo depende creativamente de él y los delanteros Julio Gutiérrez y Giovanni Arrechea aprovechar mejor las opciones y el técnico Basílico González ser menos previsible en los cambios. En Millonarios Ricardo Ciciliano aparece 10 minutos en el partido, Carmelo Valencia hace 8 malas y una buena, León Darío Muñoz no es el de Brasil, “El Tigre” Castillo se la pasa lesionado, los mediocampistas de primera línea Robayo y Bedoya se preocupan más por pegar que por jugar, Oscar Córdoba no ha podido dejar de cometer errores costosos y el conductor “Chiqui” García tendrá que apretarse los pantalones para que el equipo no siga en la “guachafita” interna en la que se mantiene. Si esto pasa, de pronto tendremos equipos de Bogotá en los cuadrangulares finales.
