Camilo rompió el Master
La asignatura pendiente que tenia Camilo Villegas fue resuelta con capacidad e inteligencia. El colombiano quedó de 13 en Master de Augusta y un bogey en el último hoyo lo privó de estar entre los 10 mejores. Un par le hubiera dado ese honor, pero pensó que necesitaba birdie y la ansiedad lo traicionó. Fue el Master más emocionante del siglo.
El final del Masters de Augusta fue una oda al espectáculo, al buen golf, a la emoción y a la acumulación de sentimientos. El triple empate entre Ángel Abrera, Kenny Perry y Chad Campbell fue de infarto. Como lo fue la arremetida de los dos grandes Tiger Woods y Phil Michelson que parecía iban a destrozar la historia y la tradición de Augusta. Michelson hizo una fantástica primera ronda de 30 golpes, 6 birdies en 7 hoyos, estaba imparable, pero el doble bogey del hoyo 12 que es un corto par 3 casi siempre indescifrable y los 2 putts cortos que falló en el 15 y 17 le quitaron la opción. Y Tiger, demostrando lo que es un tigre herido con su calidad única de número uno del mundo, jugo sensacional hasta el hoyo 16 cuando tenía 6 golpes menos con un águila en el hoyo 8 que hizo explotar la galería. Lamentablemente falló en el remate con bogeys en el 17 y el 18. El bogey de Cabrera en el 10, insinuaba el desmoronamiento del argentino que iba 2 sobre el par en el hoyo 12 sin poder embocar. Ya le había pasado en el 2006 cuando arrancó primero el domingo y terminó octavo. Pero apareció el Cabrera que el mundo del golf conoce, el jugador con un gran desparpajo, lleno de talento natural y atrevido en los momentos definitivos. Hizo 3 birdies en el 13, 15 y 16 y forzó el desempate. Campbell que había cedido el sábado buena parte de la chaqueta verde con el doble bogey previsible del 16 y el del 18, arremetió al final con 3 birdies en los últimos 7 hoyos y alcanzó la punta aunque siempre se notó inseguro y presionado. Eso se evidenció en el desempate donde fue el primer eliminado. Camilo Villegas estuvo extraordinario. Le perdió el miedo a Augusta y quebró el campo 3 días. El domingo firmó la quinta mejor tarjeta con 3 bajo par demostrando que su momento es excelente. Le volvió a pegar muy bien a la bola, sobre el green desterró los fantasmas de los 2 torneos pasados donde había estado fatal y ratificó que su gran virtud es el poder mental que tiene para resolver en los momentos claves. Después del 73 el jueves, la jornada del viernes tenía una carga de obligación muy grande que resolvió con creses. Y no se metió entre los 10 primeros porque falló el hoyo 18 con un bogey. Lo increíble sucedió en el desempate. Kenny Perry que había jugado magistralmente, que llevaba 22 hoyos sin cometer errores, que se iba a convertir en el jugador con más edad en ganar el Máster y que tenía el título en el bolsillo porque contaba con 2 golpes de ventaja en el hoyo 16 donde hizo un birdie de fantasía al dejar la pelota a 20 centímetros, se enredó, no aguantó la presión, se asustó y terminó con 2 bogeys. Los 3 primeros arrancaron para muerte súbita en el hoyo 18 y la peor salida fue de Cabrera, dejó la bola detrás de un árbol, tuvo que sacrificar, le pego a otro árbol pero se la devolvió al centro del fairway. Un gran tiro de aproximación le dio un par salvador, igualó a Perry mientras Campbell hacía bogey y quedaba por fuera. En el segundo hoyo de desempate Kenny Perry no aguantó su swing, no cayó en green y perdió con Cabrera que jugó controlando los nervios y obtuvo un par ganador y suficiente para obtener su segundo Mejors y su primera chaqueta verde. La afición del golf se divirtió, gozó y sufrió como propio el torneo más emocionante de los últimos tiempos, y los colombianos empiezan a entender la magnitud de Camilo Villegas.




