Esclavos que ganan 2.000 millones por mes

El presidente de la FIFA Joseph Blatter le pidió a los dirigentes del Manchester United que dejaran ir al Real Madrid a Cristiano Ronaldo a quien calificó de “esclavo de los tiempos modernos”. La pelea que han sostenido los dos clubes más ricos del planeta por el mal calificado mejor jugador del mundo, es una disputa absolutamente licita en un deporte totalmente mercantilizado dond el dinero es el que dice la última palabra. Hablar de un “esclavo” como Cristiano Ronaldo, es referirse a un sometido que se gana 490 millones de pesos por semana, 70 millones de pesos diarios, haciendo lo que le gusta con una intensidad de 3 horas por día. Cobra más de 23 millones de pesos por 60 minutos pegándole a la pelota y corriendo. Ronaldo firmó un nuevo contrato con el equipo británico a comienzos de mayo por 180.000 euros por semana, que es como se paga en Inglaterra. Y todo esto es libre de premios y publicidad que equivale a un monto parecido al devengado por sueldo. Estoy seguro que se los merece, pero me parece desproporcionado que se hable de “esclavitud moderna”. En el fútbol de hoy con tantas leyes que van en contra de los intereses de los clubes, prima la decisión del jugador a la hora de un traspaso, pero es tan fuerte la presión del dinero, de los patrocinadores y de los empresarios, que la voluntad se vuelve ajena. Estas son épocas donde la única posibilidad que tiene un equipo de retener un jugador es haciéndole un contrato por muchos años. En Europa un futbolista se firma por 5 y a los 3 o 4 se venden sus derechos deportivos para tratar de recuperar la inversión. Otro tema difícil de pelear es el de los derechos de formación que en muchos casos son birlados por los agentes de jugadores. Hoy el fútbol esta en poder del negocio. Son las cifras las que mueven el mercado y cuando el enfrentamiento es entre dos clubes como el Manchester y el Madrid, el billete es el que toma la decisión. Es el precio que tienen que pagar las estrellas de la pelota que sin embargo hoy tienen todas las gabelas para decidir su futuro. Un jugador puede rescindir un contrato firmado unilateralmente si paga lo que le resta al vencimiento. Ya no existe el llamado “Pase” que protegía a los equipos de menos recursos, cuando proyectaban a la fama una figura. Las legislaciones deportivas protegen los deseos individuales y la única garantía que hay para evitar que el salvaje comercio desborde los límites, es la cláusula de rescisión que se firma por millonarias cifras evitando que el jugador abandone el club cuando otro le ofrece más dinero. Por eso en el fútbol no existe la “esclavitud”, ni siquiera en Colombia donde muchos clubes se hacen los de la vista gorda para cumplir con sus obligaciones laborales. Y en Europa menos, pues cuando se saca un jugador se le pega por completo su contrato. ¿Que dirá un obrero colombiano que se gana 25.000 pesos diarios trabajando de sol a sol, 8 horas diarias, en lo que no le satisface, de los "esclavos" de Blatter?Esclavos que cobran 23 millones de pesos cada hora por hacer lo que les gusta, más otros 20 millones por publicidad y premios como Cristiano Ronaldo, que me los empaquen.