Villegas tercero, criticado por los colombianos
Camilo Villegas tercero en un torneo de la PGA. ¿Que diran ahora los incredulos, los escepticos, los que peinsan que el golfista colombiano esta inflado por algunos medios?
El Tercer lugar de Camilo Villegas en el AT&T de Georgia a un golpe de la punta demuestra la gran condición que tiene el golfista colombiano y la extraordinaria cabeza que posee para afrontar este juego donde la mente es el factor más importante para ganar. Camilo venia asechado por dos presiones gigantes: la primera la de sus propios compatriotas, muchos de ellos incrédulos ante sus posibilidades en el Tour de la PGA, el certamen deportivo del mundo que tiene mas jugadores con posibilidades de ganar. Esa presión no lo trasnochaba pero lo incomodaba por la ignorancia que acompañaba a sus críticos, que en muchos casos piensan que jugar a ese nivel es fácil. La segunda era la más delicada. En sus últimas actuaciones no había rematado bien. Aunque pasaba los cortes, sus rondas de sábado y domingo no eran buenas. La semana pasada en el The Players remató desastrosamente jugando muy mal el green. Su putter no funcionó bien y cometió errores que para los golfistas normales de alta competencia no son fáciles de superar. Esas fallas siguen rondando en el conciente y en el subconsciente y afectan los torneos siguientes, permanecen y tardan a veces años en superarse como en el caso de Sergio García que necesito 28 meses para volver a ganar un torneo después de sufrir y sufrir con su putter. Pero en Camilo Villegas, esa tragedia de Ponte Vedra duró solo 3 días. En la cancha del TPC Sugarloaf de Duluth sacó su casta, las agallas que solo tienen los elegidos, el temple de los ganadores, olvido la mala racha anterior, reseteó su mente y zarpó por la victoria. Estuvo a un solo golpe de lograrla en una actuación sobresaliente y emocionante porque tuvo tiros que intentan solo los que saben arriesgar y quieren ganar. Solo voy a mencionar uno: Camilo pegó el día final un driver de 313 yardas en el hoyo 18, un par 5 donde había hecho bogeys en la primera ronda. Estaba a un golpe del puntero Kenny Perry, empataba la posición con el japonés Ryuji Imada y la memoria del error del jueves rondaba en el ambiente. Tenia 228 yardas por delante, viento en contra y un gran lago a 5 metros de la bandera. Pero como hacen solo los inconformes, en medio de una presión infinita, sacó una madera, hizo su mejor swing y ayudado por la fuerza de los latinoamericanos que seguían el torneo en directo, la bola pasó y quedo al frente del hoyo a 4.80 metros con una gran posibilidad de águila, es decir hacer en 3 golpes el par 5. Ya había logrado 2 águilas en los 2 primeros días, lamentablemente fue muy agresivo en el putter, la bola no agarró la caída que la pendiente demandaba y se pasó un poco. Cerro con birdie que a la postre le significó el tercer lugar. En ese momento igualaba la punta, pero luego Perry e Imada lograron birdies que forzaron el desempate por el título. Fue un tiro sensacional, que de haber ganado el torneo habría pasado a la historia de Sugarloaf donde han inscrito sus nombres los mejores del mundo. Camilo Villegas tuvo la determinación en pocas horas para cambiar sus malos ratos por maravillosos momentos, lo que no es nada fácil en esta profesión. El putter que lo había traicionado pasó a ser su mejor arma pues fue tercero en las estadísticas. Así como en el fútbol los partidos se ganan con goles, en el golf los campeonatos se ganan con birdies y el colombiano consiguió 20 mientras el que más hizo fue Imada con 21. En el deporte hay que tener paciencia y buena letra. Camilo en 3 temporadas en el Tour, lleva 13 Top-ten, 3 segundos lugares y 3 terceros, dos de ellos precisamente en Duluth. Seguramente va a jugar mal muchas veces y jugará bien otras tantas, pero de lo que si estoy completamente seguro es que este ganador nato, sabrá esperar hasta que le llegue el momento de levantar el trofeo de los campeones.




