Justicia

El periodista británico, Alan Johnston dice que volverá a Gaza "cuando sea parte de la Unión Europea"

El periodista británico, Alan Johnston, aseguró hoy que no regresará a la franja de Gaza tras los cuatro meses de cautiverio que pasó allí, pero destacó que en ningún momento fue torturado y que sus captores le trataron relativamente bien.

El periodista británico, Alan Johnston, aseguró hoy que no regresará a la franja de Gaza tras los cuatro meses de cautiverio que pasó allí, pero destacó que en ningún momento fue torturado y que sus captores le trataron relativamente bien.
"He pasado tres años cubriendo Gaza como corresponsal y cuatro meses en confinamiento y aislado; creo que ya es bastante con Gaza", afirmó esta tarde el periodista en una rueda de prensa en el Consulado General británico en Jerusalén, poco después de abandonar la franja palestina.
Y agregó con un nota de humor: "Puede ser que vuelva allí cuando (Gaza) sea parte de la Unión Europea".
Johnston, de 45 años y corresponsal de la BBC en Gaza, fue liberado en la madrugada del martes al miércoles después de 16 semanas de cautiverio en poder del llamado "Ejército del Islam", al que unos relacionan con la red Al-Qaeda y otros con el conocido y poderoso clan Dormush.
La liberación del periodista fue llevada a cabo por la Fuerza Auxiliar palestina, dependiente de Hamás y que la noche del martes desplegó a cientos de sus agentes en los alrededores del recinto en el que los secuestradores tenían cautivo a Johnston.
Para el ex primer ministro palestino Ismail Haniye, depuesto por el presidente Mahmud Abás tras la sublevación del mes pasado en Gaza pero que aún ejerce el gobierno en la franja, su liberación ha sido "un mensaje al mundo".
Así lo aseguró su portavoz, Sami Abu Zuhri, quien insistió en que la puesta en libertad de Johnston ha "conmocionado" a la ANP y transmite el mensaje a la comunidad internacional y a Israel de que se puede negociar con el movimiento islamista.
"Hamás está preparado para poner fin a la captura de Guilad Shalit mientras Israel esté dispuesto a arreglar un canje de prisioneros", afirmó el portavoz al aludir al soldado israelí que está cautivo en Gaza desde el 25 de junio de 2006, y por el que exigen cientos de presos palestinos en cárceles israelíes.
Hamás, el movimiento islámico palestino ha querido dar a la liberación del periodista británico un toque de institucionalidad, y por ello Haniye y otros líderes de Hamás recibieron personalmente a Johnston y desayunaron con él, antes de entregarlo a los diplomáticos británicos al amanecer.
En su primera rueda de prensa, Johnston agradeció al ex primer ministro -quien lo recibió con abrazos y una bandera palestina que le puso alrededor del cuello-, los esfuerzos que condujeron a su liberación.
Delante de él, al calificar su cautiverio como "estar enterrado vivo", manifestó que de no haber sido por Hamás "habría pasado mucho más tiempo en esa habitación".
Haniye se limitó a aprovechar el momento para pedir a la comunidad internacional que trate con Hamás y a Israel que sea "razonable" y negocie el canje de Shalit.
"Si los israelíes lo piensan de forma clara y razonable, y tienen en cuenta la situación humanitaria y el sufrimiento que padecen los prisioneros palestinos, entonces se podría alcanzar un acuerdo", manifestó el ex primer ministro.
La puesta en escena de los islamistas fue vista con recelo por el reconocido gobierno de la ANP y su presidente Mahmud Abás.
Aunque aseguró alegrarse por su liberación, el asesor presidencial, Yaser Abed Rabo, describió las imágenes de Johnston junto a Haniye como "una película de indios en la que siente pena por los actores".
Y criticó a aquellos que "hoy se ponen medallas" cuando hace unos meses "participaron" en el secuestro del periodista.
Ya en Jerusalén, Johnston prefirió mantenerse al margen de las rivalidades políticas palestinas y al ser consultado sobre sus secuestradores manifestó que "para mi frustración sé muy poco de ellos" aunque confesó ser consciente de que estaba "en poder de personas impredecibles y peligrosas".
Visiblemente cansado y más delgado que antes del 12 de marzo, fecha de su secuestro, Johnston, que en las próximas horas regresará al Reino Unido, reconoció que "no puede describir lo bueno que es haber recuperado la libertad".
Asimismo, reveló que los momentos más críticos se produjeron precisamente cuando Hamás tomó la franja de Gaza, momento en el que sus captores dieron señales de "preocupación" y le llegaron a colocar un chaleco explosivo por temor a una operación de rescate.
Hasta entonces, relató que no le amenazaron con torturarle y que le habían tratado bien, haciéndose él la comida en una cocina que tenía junto a su habitación.

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