Murió un pastor religioso pero su familia espera que resucite
Un hecho insólito se presentó en el barrio El Campestre, de Cartagena, en donde una familia mantuvo durante más de cuatro días el cadáver en estado de putrefacción del jefe del hogar, bajo la creencia de que iba a resucitar.
Un hecho insólito se presentó en el barrio El Campestre, de Cartagena, en donde una familia mantuvo durante más de cuatro días el cadáver en estado de putrefacción del jefe del hogar, bajo la creencia de que iba a resucitar.En el lugar de los acontecimientos funcionaba la "Iglesia Las Buenas Nuevas Oh Moradora de Sión", dirigida por el pastor José Rafael González, quien murió el pasado viernes.Su esposa, Luz Estela Pulido Correa, dijo que éste antes del fallecimiento le manifestó a ella y sus tres hijas, que él habló con Jehová y que si se enfermaba o moría no lo llevarán al hospital ni lo sepultaran, porque iba a resucitar. El cadáver fue dejado en el segundo piso de la vivienda y de allí comenzaron a emanar olores putrefactos que causaron alarma en todo el vecindario, pero ignorando de que se trataba exactamente.Los residentes en el barrio El Campestre decían que eran ratas muertas, otros que eran animales y tambien quienes decían que era una alcantarilla rota, lo que obligaba a lavar constantemente las viviendas y el piso.Sin embargo la putrefacción se hizo insoportable con el paso de los días, por lo que se vieron obligados a llamar a la Policía, tras detectar que los malos olores provenían de la casa del pastor José Rafael.Cuando las autoridades ingresaron, la esposa del fallecido y sus tres hijas dijeron que todo estaba bien y que el pastor en cualquier momento iba a resucitar.Lo que llamó la atención de las autoridades es que los olores putrefactos eran tan fuertes que debieron ingresar con mascarillas mientras que la familia estaba sentada en un rincón y no les perturbaba para nada estar con un cadáver desde hacía cuatro días.



