La enferma de Granada cumple su deseo y muere tras la retirada del respirador
Inmaculada Echevarría, la mujer de 51 años que padecía distrofia muscular progresiva, ha visto cumplido su deseo de que le retirasen el respirador que la mantenía con vida y falleció en el Hospital de San Juan de Dios, del Servicio Andaluz de Salud, a donde había sido trasladada este mismo miércoles.
Inmaculada Echevarría, la mujer de 51 años que padecía distrofia muscular progresiva, ha visto cumplido su deseo de que le retirasen el respirador que la mantenía con vida y falleció en el Hospital de San Juan de Dios, del Servicio Andaluz de Salud, a donde había sido trasladada este mismo miércoles.Antes de desconectarla de la unidad de ventilación mecánica que la mantenía "artificialmente con vida", el equipo asistencial que la atendía adoptó las medidas necesarias para que no sufriese "ningún dolor", según ha informado hoy la Delegación Provincial de Salud.Inmaculada Echevarría había sido trasladada esta mañana del Hospital San Rafael de Granada, donde ha estado los diez últimos años y gestionado por una orden religiosa, al de San Juan de Dios, dependiente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), donde ha podido cumplir sus deseos. Este traslado se produjo por decisión de la orden religiosa.Echevarría salvó el último escollo legal para terminar con su propia existencia hace dos semanas, cuando logró la autorización del Comité Ético de la Junta de Andalucía y del Consejo Consultivo Andaluz para que se le retire el respirador que la mantiene con vida. La Junta de Andalucía había establecido varias garantías que los médicos debían cumplir antes de retirar el respirador, pero fue contundente al afirmar que, si éstas se daban, "no se ven razones éticas que impidan a los profesionales cumplir la petición de suspensión de ventilación mecánica".



