Fútbol

El Juventus de Turín, se proclama campeón del fútbol italiano

El Juventus de Turín, la popular "Vecchia Signora", ha vuelto a reinar el Italia, consiguiendo el que es el vigésimo octavo "scudetto" de su brillante historia y que le llega matemáticamente tras no pasar esta noche el Milán del empate casero con el Palermo (3-3), en partido adelantado de la 37a. jornada

El Juventus de Turín, la popular "Vecchia Signora", ha vuelto a reinar el Italia, consiguiendo el que es el vigésimo octavo "scudetto" de su brillante historia y que le llega matemáticamente tras no pasar esta noche el Milán del empate casero con el Palermo (3-3), en partido adelantado de la 37a. jornada.
Con esta igualada, el Milán está a 4 puntos del Juventus, que jugará el domingo en Livorno; una distancia insalvable ya que sólo queda una jornada a los milanistas por jugar.
El "scudetto" devuelve, dos años después del último, al club turinés a lo más alto del panorama italiano, tomando el testigo del Milán, que conquistó el título liguero en la precedente campaña.
La "Vecchia Signora", fundada el 1 de noviembre de 1897, cuando lucía una camiseta de color rosa -desde hace décadas es conocida por su camiseta "cebra" (rayas verticales negras y blancas)-, y ya
tiene su vigésimo octavo "scudetto".
A ellos une dos Copas de Europa, 2 Intercontinentales, 1 Recopa, 3 Copas de la UEFA, 9 de Italia, 4 Supercopas Italianas y otras 2 Europeas.
Ahora le ha llegado el su vigésimo octavo "scudetto" merced a sus 25 triunfos, 7 empates y sólo 4 derrotas; con 61 goles (1,694 de media por partido) a favor y 23 (0,638) en contra.
Se trata de un título liguero conquistado por la "Vecchia Signora" con relativa suficiencia, pues siempre ha estado en lo más alto de la clasificación. El único que le ha hecho sombra, con el que ha mantenido un duelo "codo a codo", ha sido el Milán.
Pero el Milán cedió en el momento más decisivo, justo en el choque mantenido entre ambos equipos, en la trigésimo quinta jornada, en terreno milanés y que terminó con el triunfo juventino, por 1-0.
Ahí, el conjunto piamontés cobró tres puntos de ventaja sobre un Milán cansado física y psíquicamente por su presencia en la Liga de Campeones de Europa, donde ha llegado a la final. Y se reafirmó el cansancio a la siguiente jornada, en terreno del Lecce (2-2).
El Juventus ya tiene un "scudetto" más que añadir a su rica historia. Un título que es el primero que logra con Fabio Capello como técnico. Al igual que en las recientes precedentes campañas, se trata de un título que no llega producto del buen fútbol; es más, se pueden contar con los dedos de una mano los encuentros en que el buen fútbol ha aparecido en el hacer juventino.
Pero es que, por encima de lo aportado o no por éste o aquél jugador, se trata del un "scudetto" "made in Capello", en su primera campaña al mando de la nave juventina.
El "almirante" Capello, fiel a su estilo y al estilo "Juve", ha formado una "armada" compacta y sólida bajo sus órdenes. Y le ha bastado en muchas ocasiones -sobre todo en su caminar en Liga de Campeones- sólo un gol para resolver a su favor partidos.
Y es que los equipos que entrena Capello, con un pasado también ex-madridista, son más prácticos y pragmáticos que espectaculares.
Claramente la fortaleza del Juventus es una excelente contención. Y no sólo porque en la meta tenga a un Gianluigi Buffon, considerado por muchos como el mejor portero del mundo, o porque en defensa estén jugadores de la valía del francés Lilian Thuram o de los italianos Fabio Cannavaro y Gianluca Zambrotta; sino también por las ayudas que en dicha fase recibe del centro del campo y de los delanteros.
Y es que -lo más importante- Capello ha logrado hacer del Juventus un bloque que tiene a su servicio -y no al revés- a las grandes individualidades.
Capello es, sin duda, un entrenador con carácter y mentalidad ganadora. Tanto que pasa por ser la primera estrella de sus equipos, por encima de los jugadores y le gusta tener siempre el "vestuario en mano".
Estas "cualidades" le dieron notables triunfos (Milán, Real Madrid y Roma) y por ellas fue fichado este verano por el Juventus Turín, en una operación relámpago y que sorprendió incluso a un Roma con el que tenía contrato en vigor y que se enteró de la marcha de su técnico por medio del anuncio oficial realizado por el "odiado" para los romanistas Juventus.
Con Capello llegaron al Juventus los ex-romanistas francés Zebina (terminó contrato) y brasileño Emerson, el italiano Fabio Cannavaro (ex-Inter de Milán) y el delantero sueco Zlatan Ibrahimovic (Ajax de Amsterdam). A ellos se había unido antes el francés Kapó (carta de libertad del Auxerre).
Emerson fue la "pieza clave" sobre la que Capello construyó su proyecto juventino. El control y magisterio del centro del campo que tiene, pese a ser baja por pulbagía en varios encuentros, su gran capacidad para filtrar el juego rival, se hizo notar. A su lado alternó a los jóvenes Blasi (recuperado de una cesión al Parma) y ghanés Appiah (estuvo a punto de ser traspasado en verano), dejando al margen a todo un veterano como Alessio Tacchinardi.
Pero Capello, además de dar una gran mentalidad de continuas ayudas entre líneas al equipo, ha sabido luchar contra las lesiones (David Trezeguet, Del Piero, Nedved) y recuperar a jugadores teóricamente "desechables" como son los uruguayos Rubén Olivera y, sobre todo, Marcello Zalayeta.
Los goles de Zalayeta, precisamente, evitaron que tras la lesión del goleador Trezeguet (operación de hombro) el Juventus acudiese en enero al "mercado" para fichar un delantero.
Ibrahimovic, además, aportó en liga italiana una capacidad goleadora ausente en la Liga de Campeones; y Del Piero, en la recta final, volvió a ser vital con sus tantos tras unas temporadas de total ostracismo.
El Juventus, uno de los clubes mas laureados del mundo y de quien se apunta es de los que más seguidores tiene en todo el planeta, vuelve al estrellato.

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