Ecuador a la espera de la salida de Lucio Gutiérrez y la OEA en camino

Se mantiene el compás de espera en Ecuador, mientras el depuesto presidente Lucio Gutiérrez continúa en el país y una misión de la OEA se dispone a viajar a Quito para estudiar la situación política en esta nación andina.
Gutiérrez permanece en la residencia del embajador de Brasil, Sergio Florencio Sobrinho, en una zona céntrica de Quito, donde este sábado se ha reducido considerablemente la "vigilancia ciudadana" que se apostó en el lugar desde el pasado miércoles.
Los manifestantes permanecen en el lugar con la intención de evitar la salida de Gutiérrez, a quien acusan de "dictador", "corrupto" y "asesino".
Quienes participan en las protestas exigen al presidente Alfredo Palacio que cumpla con su promesa de que no habrá "perdón ni olvido" contra quienes hayan cometido algún delito.
Esa aseveración ha dejado a Palacio en una encrucijada, ante la exigencia de los manifestantes que, por miles han salido los diez últimos días a la calle para pedir la renuncia de Gutiérrez, y la obligación de cumplir con los dictámenes internacionales.
El embajador brasileño indicó hoy a medios de su país que el Gobierno de Ecuador está a punto de expedir un salvoconducto para Gutiérrez y que falta "apenas una última confirmación".
Pero la situación es aún confusa, ya que el viernes la Cancillería indicó que la Presidencia de la República era la encargada de coordinar el asunto del salvoconducto, mientras hoy la Presidencia dijo que era la Cancillería la responsable.
El secretario de prensa de la Presidencia, Carlos Cortez, indicó hoy a EFE que prosigue el trámite referente al salvoconducto.
Analistas internacionales recalcan que el Gobierno debe entregar el salvoconducto a Gutiérrez para que abandone el país en una muestra de su respeto a los acuerdos internacionales sobre asilo.
El Gobierno brasileño del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva concedió el asilo territorial a Gutiérrez y ha dispuesto el desplazamiento de una aeronave para trasladarlo a Brasil con las correspondientes medidas de seguridad.
Entre tanto, se espera para principios de la próxima semana la llegada de una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para analizar la situación política de este país una vez que en una decisión aún confusa constitucionalmente, los diputados destituyeron a Gutiérrez el pasado miércoles con el voto de 60 de los 62 diputados presentes.
El viaje de la misión fue decidido la noche del viernes, al término de una larga reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA y tiene como fin "ayudar al pueblo ecuatoriano a hallar los caminos democráticos adecuados para superar la crisis política que afronta".
Varias organizaciones de Derechos Humanos emprenderán una campaña de urgencia ante la OEA para que dicha entidad respete la decisión del Parlamento de designar a Palacio, que era el vicepresidente de Gutiérrez, como presidente de este país andino.
Las dudas han surgido, entre otras cosas, porque los diputados destituyeron a Gutiérrez por "abandono de cargo" cuando aún estaba en funciones y atrincherado en el Palacio presidencial de Carondelet, la sede del Gobierno.
En medio de las dudas sobre el proceso de cambios, Cynthia Viteri, diputada del Partido Social Cristiano y que presidió la reunión en la que se destituyó a Gutiérrez, aseveró hoy que la decisión fue constitucional.
Según ella, la Constitución señala que, para cesar a un presidente por "abandono de cargo" sólo se necesitan los votos de la mitad más uno de los integrantes del Parlamento ecuatoriano, que está compuesto por cien legisladores.
Para lo único que se requieren las dos terceras partes de los votos es para la destitución a través de un juicio político, que no fue el caso, y por tanto, agregó Viteri, "hemos seguido los pasos estrictamente apegados a la Constitución".
No obstante, en las únicas declaraciones desde que fue derrocado, Gutiérrez sostuvo que la decisión fue inconstitucional porque no hubo juicio político y porque él no había abandonado el cargo.
Por otra parte, una fuente de la Presidencia informó hoy a EFE de que se estudia una posible reunión para la próxima semana entre el presidente Alfredo Palacio y la embajadora de Estados Unidos, Kristie Kenney.
La reunión causa espectativa por conocer la posición de Estados Unidos ante el nuevo Gobierno de Palacio y sus repercusiones en el resto de países, pues ninguno se ha pronunciado oficialmente sobre el flamante régimen.