EEUU prevé corregir "errores" en Irak
Los ajustes de Estados Unidos a su política en Irak, entre ellos el sitio a Falluja, demuestran lo que el presidente George W. Bush se ha negado a admitir: los errores cometidos que ahora ponen en peligro todo su esfuerzo en ese país, según funcionarios estadounidenses y analistas.
WASHINGTON.--- Los ajustes de Estados Unidos a su política en Irak, entre ellos el sitio a Falluja, demuestran lo que el presidente George W. Bush se ha negado a admitir: los errores cometidos que ahora ponen en peligro todo su esfuerzo en ese país, según funcionarios estadounidenses y analistas.Cuando faltan dos meses para traspasar la soberanía a los iraquíes, los funcionarios y los analistas sostienen que el gobierno estadounidense está remodelando su estrategia mientras se alista para entregar el poder y trata de frenar la creciente violencia.En una conferencia de prensa el 13 de abril, Bush rehusó en varias oportunidades reconocer los errores de su política en Irak.Después de desacreditar a las Naciones Unidas y reafirmar que manejaría Irak a su manera, Washington le dio a la organización mundial la tarea de diseñar una solución política de posguerra, y lanzó elogios al embajador de la ONU, Lakhdar Brahini, esperando desesperadamente que presente un plan magistral.Bush incluso parece dispuesto a deshacerse de miembros del Consejo Nacional Iraquí, nombrado por Estados Unidos, y del iraquí Ahmed Chalabi, favorito del Pentágono, para formar un nuevo gobierno interino que tendrá la aprobación de la ONU y por ende más legitimidad, según los analistas.Tras insistir en que el derrocamiento del líder iraquí Saddam Hussein y la estabilización posguerra podría cumplirse con menos tropas, el Pentágono está considerando aumentar los 130.000 militares que tiene ahora en el país.Las polémicas decisiones para desmantelar el ejército iraquí y purgar de las instituciones gubernamentales a los miembros del partido Baath de Hussein se han revertido. Ahora los funcionarios estadounidenses decidieron que la purga fue demasiado fuerte, dañando su capacidad de reconstruir al país. CRITICAS POR DOQUIERLas críticas a las fallas estadounidenses han emanado de todo el espectro político, incluso del partido Republicano de Bush.Aunque no se le puede culpar al gobierno de todo lo que ha salido mal en Irak, Robert Kagan y William Kristol, defensores de la guerra, concluyeron que "hubo errores serios en el planeamiento y la ejecución (...) cometidos, sobre todo, por el secretario de Defensa Donald Rumsfeld".En el número que está ahora a la venta de The Weekly Standard, que Kristol edita, ambos escribieron: "La actual crisis era difícilmente previsible y Rumsfeld no se aseguró que el ejército estuviera preparado para lidiar con ella. No logró meter a Irak una fuerza lo suficientemente grande como para manejar los desafíos".Durante la mayor parte de abril, las fuerzas estadounidenses han enfrentado las amenazas más serias de posguerra hasta la fecha: una insurrección de partidarios de Hussein en el bastión sunita de Falluja y rebelión de los aliados del clérigo radical Moqtada al-Sadr en la ciudad sagrada chiíta de Nayaf.En estos casos, Washington "subestimó el potencial de sus enemigos para crear problemas en Irak, los límites de la libertad de acción de sus propios militares y los peligros --potenciales y actuales-- de recurrir a la fuerza bajo las actuales circunstancias", de acuerdo a Michael Eisenstadt, del Instituto Washington para Política del Cercano Oriente.Las autoridades estadounidenses no lograron "comprender íntegramente la dinámica política iraquí o el sentir en la calle", dijo en un análisis escrito para su organización.Muchos expertos dicen que Washington debería haber hecho eso a partir del 1 de mayo del 2003, cuando terminaron los "principales combates", acelerando la ayuda de reconstrucción a Irak y poniendo tanta gente como fuera posible a trabajar.Los analistas también consideran que fue un error despedir a empleados del ejército y el gobierno que se unieron al partido Baath sólo porque era una forma de obtener trabajo.A inicios de este mes, el general del ejército David Petraeus, quien pasó la mayor parte del año pasado en Irak, usó una exposición con diapositivas para explicar a audiencias en Washington cómo uso habilidades políticas y ayuda humanitaria para ganar la simpatía de los iraquíes en las provincias del norte.La clave para el éxito futuro es asegurar que la cantidad máxima de iraquíes participe en el nuevo orden político, a la vez que se margine a los extremistas religiosos y políticos, dijo, pero advirtió que el área de Falluja "casi desafía este tipo de enfoque".



